*Intereses del poder fáctico mediantico se afectaron al cancelarse el NAIM.
De la redacción
En dos años y 7 meses el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA) logró operar con utilidades, lo cual se consigue normalmente en 5 años. Desde octubre del 2024 la terminal área consiguió un superávit de 350 millones de pesos, informó su director general Isidro Pastor Román.
Antes la terminal área recibió un reconocimiento internacional por su belleza, funcionalidad y seguridad, que lo ubicaron como los mejores del mundo, con la ventaja adicional de haberse construido en un tiempo record de apenas 2 años y 5 meses y una inversión de 75 mil millones de pesos, contra los más de 300 mil millones programados para frustrado NAIM.
Después de la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el poder fáctico mediático, desató una furibunda campaña contra la decisión adoptada por el residente Andrés Manuel López Obrador.
Destacaron en los ataques a la medida y, más, al anuncio de que la megaobra se construiría en el territorio de Tecámac, del mismo Valle de México, donde ya operaba la principal base aérea del Centro de la República mexicana, los medios informativos de Olegario Vázquez Aldir.
El propietario de “Excélsior” y cadenas nacionales de televisión y radiodifusoras es considerado el mayor traficante de influencia, para lo cual le sirven sus medios informativos. Eso le permitió acumular una inmensa fortuna en los primeros 18 años del siglo; es decir, en los sexenios de Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Entre sus negocios con el gobierno federal estaba el mayor contrato de todos los que fueron asignados para construir el NAIM, pero también la renta de penales, de hospitales, el mantenimiento de carreteras y la venta de diversos productos a las dependencias federales.
La cancelación del proyecto aeroportuario, que se ejecutaba en la zona pantanosa de lo que fue el Lago de Texcoco irritó al poder fáctico mediático, pero más a Vázquez Aldir, y su irritación creció cuando se dio a conocer que el AIFA sería construido por ingenieros militares, y con un bajo costo y en tiempo record.
La campaña mediática se basó en mentiras, como esa de que el AIFA era un aeropuerto feo, que parecía una terminal camionera de cuarta categoría y de que no se paraban, ni se pararían ni las moscas.
De la misma forma la casi totalidad del poder fáctico mediático auguró un fracaso económico a la terminal aérea que operaría siempre con pérdidas, por lo cual todos los mexicanos cargaríamos con el peso de las pérdidas.
De acuerdo con los datos oficiales dados a conocer por las autoridades del AIFA recibió el año pasado cerca de 6.3 millones de pasajeros; y desde antes de octubre había alcanzado su punto de equilibrio entre gastos e ingresos, lo cual normalmente se consigue en 5 años, y finalizó el 2024 con ganancia de 350 millones de pesos.
Es decir, todo lo contrario de lo que difundió el poder fáctico mediático, que no reconoció que trató de engañar a sus lectores, televidentes y radioescuchas, y en un exceso de soberbia, mucho menos pidió disculpas.