*Fallaron todas las líneas y el desempeño mejoró al ingresar Mora, de 16 años.
De la redacción
Dentro de lo malo del mal desempeño de la selección mexicana de fútbol y su derrota por 2 a 0 frente al River Plate, en la cancha de éste, en Argentina, estuvo la oportunidad para que el técnico Javier Aguirre verificara quiénes reúnen condiciones para ser seleccionados y quiénes no.
La comentocracia futbolera nacional argumenta que la novatez de muchos jugadores mexicanos explica su nerviosismo y desconcierto y errores frente a los experimentados y buenos jugadores del River Plate (que, por cierto, no pasa por su mejor momento), y este partido fue el último de preparación, para lo que viene.
Lo cierto es que el funcionamiento de la selección mexicana mejoró notablemente cuando al minuto 70 ingresó a la cancha Gilberto Mora, un adolescente de 16 años, el más joven de todos los que estaban en la cancha. El mal desempeño del equipo puede medirse tomando en cuenta que el portero Andrés Sánchez fue el mejor
Su tierna edad no fue obstáculo para que el equipo tricolor por primera vez llegara al área rival. Con Mora, el River Plate se vio obligado a sacar la pelota y ceder tiros de esquina, lo cual casi no había ocurrido en el juego.
El propio adolescente se encargó de cobrar buenos tiros de esquina. Uno desperdiciado por Guillermo “Memote” Martínez, un presunto delantero que estorba, en ayuda de ayudar a sus compañeros e inexplicablemente lo siguen convocando, como si tuviera un gran desempeño.
Frente al equipo argentino la selección no sólo evidenció carencias técnicas, de visión de campo, de buen golpeo de pelota para dar pases y saber detectar al compañero libre o menos marcado, sino también falta de enjundia, de deseos de jugar bien y de ganar.
La mayoría de los pases eran interceptables. También perdían la pelota con facilidad. Se las quitaban los rivales o muchas veces les daban el balón, en una situación preocupante para el técnico Aguirre y para la afición, porque esos jóvenes erráticos no se convertirán en buenos futbolistas en dos años. Al menos hubieran jugado con vehemencia, aunque hubiesen ganado.
Los goles anotados al minuto 7 del primer por Jiulino Galoppo; y por Miguel Borja, al 33, ambos en el primer tiempo, fueron golazos, pero porque en ambos casos la defensa los dejó disparar con libertad. En esto falló el veterano seleccionado Jesús Gallardo, quien estaba a metro y medio del que anotó el primer gol y no hizo nada por impedir el golpeo del balón o tapar el tiro.
Otro que volvió a mostrar su falta de calidad para ser seleccionado fue Diego Láinez. Se supo de él cuando anunciaron su ingreso a la cancha, por cambio, pero jamás volvió a aparecer y ni sus apologistas narradores del juego lo mencionaron. La Federación Mexicana tiene motivos para preocuparse, porque debe integrar una selección competitiva para el próximo mundial del que México será una de las sedes. Hace falta formar más gilbertos Mora.
