COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
HAY DE MEXICANOS DEPORTADOS A DEPORTADOS; DIFIEREN
EN CONDICIONES ECONÓMICAS DE SU RETORNO AL PAÍS
Donald Trump es el gobernante más repudiado fuera de los Estados Unidos y de los países gobernados por ultraderechistas, y es considerado un peligro para la paz y la economía mundial, por su naturaleza imperialista, esquizofrénica, racista, clasista, arbitraria e irrespetuoso del orden jurídico internacional, grosero, patán, y profundamente ignorante, que desconoce la realidad del mundo actual y del papel que debe asumir un mandatario de la primera potecia económica y militar del mundo.
En México sus efectos ya se están sintiendo en cuanto hace a las deportaciones de trabajadores mexicanos indocumentados. Hasta ayer el número de los regresados al territorio mexicano se acercaban a los nueve mil, pero apenas es el principio, aunque todos los especialistas en el tema consideran material y físicamente imposible que pueda expulsar de Estados Unidos a los 5.5 millones de connacionales que aportan esfuerzos y contribuyen a la economía del vecino país del norte.
De cualquier manera, hay de deportados a deportados, en términos de las condiciones económica en que efectúan su retorno a México, problema que no ha sido examinado, porque la atención de los medios informativos del mundo y del país está centrada en las demenciales medidas que toma el gobernante estadounidense todas las horas del día, sin que dé muestra de ser consciente de lo que está haciendo tan mal.
Todos los mexicanos que laboran en el vecino país del norte son eficaces y no sólo aportan al fisco de Estados Unidos y al valor de su producto interno bruto (PIB), sino también a la competitividad frente a la competencia comercial de otros países, especialmente asiáticos, con China a la cabeza y buscando desplazar a la primera potencia militar y económica del mundo. El esfuerzo y sacrificio de dichos migrantes evitan una mayor pérdida de mercados en el mundo.
No obstante, el comportamiento de los asalariados mexiquenses indocumentados en Estados Unidos fue diferente. Un alto porcentaje ahorró lo que con tantos sacrificios ganaron. Son quienes enviaron remesas, con las cuales sus familias construyeron casas, invirtieron en pequeños negocios o ahorraron parte de esos dólares, por lo cual, con todo y lo duro que resulte dejar sus empleos bien pagados, en comparación con los niveles salariales del país, estarán en condiciones de defenderse
Desafortunadamente hay otra porción de mexicanos que no se sacrificaron y derrocharon los ingresos que con tanto esfuerzo obtuvieron. No pocos se volvieron adictos al alcohol y hasta a sustancias tóxicas prohibidas, y retornarán sin dinero y en no pocos casos, llegarán sin su familia, a las que desprotegieron y no les enviaron dinero, por lo que abandonaron sus viviendas o las vendieron, y dejaron sus pueblos para buscar la forma de sobrevivir en otras partes.
Estos mexicanos deportados de Estados Unidos tendrán serios problemas para reanudar sus vidas en suelo mexicano. Serán los más vulnerables y contrariamente a quienes enviaban remesas y tienen un techo a donde llegar, ellos no tienen ahorros, ni regresarán con dinero, y tal vez no contarán ya con familias, a de las cuales se olvidaron cuando tenían ingresos para dilapidarlos en suelo estadounidense, en su condición de trabajadores indocumentados.
Se trata de temas delicados, pero deben examinarlos las autoridades, porque estos últimos compatriotas, que nada tienen que ver con los héroes y heroínas que enviaban a sus familias 64 mil millones de dólares anuales, necesitarán de un rescate gubernamental, porque también son mexicanos, aunque no sean ejemplares. No se les puede dejar a su suerte, por más que ellos sean los responsables de las malas condiciones en que regresarán al país.