LA DIFÍCIL TAREA DEL PRI
PARA SU RECUPERACIÓN
HA TENIDO ÉPOCAS DIFÍCILES, PERO NINGUNA
COMO LA ACTUAL; HASTA EL PAN LO DESECHA
Los expertos en la historia del Partido Revolucionaria Institucional (PRI) en el Estado de México saben que éste ha vivido épocas difíciles y las ha superado. Una de las más recientes fue cuando se dividió por la candidatura a la titularidad del Poder Ejecutivo Local, en 1999.
Los remantes del hankismo apoyaban como aspirante a esa postulación a Humberto Lira Mora, un político inteligente, preparado y experimentado, oriundo de Texcoco, pero el grupo priista en los poderes estatales en ese año no permitió el arribo del personaje y optó por apoyar a Arturo Montiel Rojas.
Esos problemas internos dieron como resultado una baja votación en favor del candidato priista, quien ganó, sí, pero con menos votos de los que acostumbraba triunfar su partido con listas nominales menos numerosas. Le peso la falta de respaldo de los grupos que apoyaban a Lira Mora.
Poco después afloró el gran descrédito del Revolucionario Institucional en el Estado de México, y su militancia no se sentía ya orgullosa y hasta negaba pertenecer al partido tricolor, a pesar de encontrarse en el poder.
En esas condiciones llegó a la dirigencia Isidro Pastor Medrano, quien recorrió de norte a sur, de oriente a poniente el territorio estatal y logró levantar el ánimo de sus correligionarios, y posicionar al priismo mexiquense en el priismo nacional, al grado de que Montiel Rojas fue considerado serio aspirante a la candidatura presidencial, que se frustró por los problemas que todos conocemos.
En medio de todos esos conflictos, el PRI tenía aún la enorme ventaja política y económica de ser el partido gobernante.
Las condiciones políticas y electorales del PRI son más grandes graves ahora, con la desventaja de que es partido opositor, y muchos de sus cuadros abandonaron sus filas, incluyendo al exgobernaor Eruviel Ávila Villegas y su última candidata a la gubernatura, Alejandra del Moral.
Este es el escenario en que trabaja la lideresa estatal, la senadora Cristina Ruiz Sandoval, quien adicionalmente llegó a la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI sin la participación de las bases e impuesta por el dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas.
Es decir, a todos los problemas mencionados con anterioridad, agregará el de la falta de entusiasmo de sus compañeros de partido que encontrará en sus recorridos para relanzar al priismo del Estado de México, el cual aportaba muchos votos a las elecciones federales, particularmente a la presidencial.
No se trata de si es Ruiz Sandoval era o no el mejor perfil para esta empresa de reconstruir al PRI, sino que los desafíos son descomunales porque el priismo es opositor, recibirá pocas prerrogativas y no contará con el respaldo económico irregular, especialmente en especie, de las autoridades surgidas de sus filas.
