*Abner Noé Cervantes Magnos tenía la medida cautelar de prisión domiciliaria.
De la Corresponsalía
Acapulco, Guerrero.-En los medios de los abogados postulantes de la rama penal generó sorpresa la captura el 15 de este mes en la capital del país de Abner Noé Cervantes Magno, “El traumado”, uno de los principales fundadores y mandos del “Cartel Independiente de Acapulco” (CIDA), organización delictiva dominante en esta ciudad y puerto.
La sorpresa consistió en que no se sabía que un juez de control lo había beneficiado con la medida cautelar de “prisión domiciliaria”, pues era procesado por diversos delitos graves y por generar violencia.
Por sus vínculos con delincuentes de otras entidades federativas y disponer de medios económicos para darse a la fuga, como ocurrió, Cervantes Magno no debió ser beneficiado con la citada medida cautelar.
La prisión domiciliaria se aplica a personas adultas mayores, con enfermedades graves crónicas degenerativas, miembros de grupos vulnerables, primodelincuentes o que son procesados por delitos no graves.
Aquí se recuerda que el “Cartel Independiente de Acapulco” se fundó con cuadros criminales de lo que fue el grupo de “Los Negros”, que perteneció al “Cartel de Sinaloa”, una organización de la delincuencia organizada que existía en Acapulco hasta el 2008, según recuerdan estudiosos del fenómeno delincuencial.
La ruptura ese año del “Cartel de Sinaloa”, que enemistó a Joaquín el “Chapo” Guzmán con los hermanos Beltrán Leyva repercutió en los grupos armados que antes servían a esa organización delictiva.
Ese impacto fue mayor cuando en diciembre del 2009 el mando de los Beltrán Leyva, Arturo, conocido como “El Barbas”, murió en un enfrentamiento contra elementos de la Marina, en Cuernavaca, Morelos.
Pero profundizó la crisis cuando fueron detenidos los cabezas del grupo de los Beltrán Leyva, Carlos Montemayor, “El Charro” y su yerno, Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”.
La mayoría de los que pertenecieron al “Carel de Sinaloa” no tomaron partido por las dos grandes facciones, sino que optaron por delinquir por su cuenta, especialmente en los delitos de secuestro, extorsión, tráfico de drogas y narcomenudeo, ya como “Cartel Independiente de Acapulco”.
En los últimos años el CIDA ha sido golpeado severamente por las fiscalías, de la República y la estatal. Muchos de sus mandos originales están encarcelados. Algunos con condenas que rondan los 160 años de cárcel.
Otros más fueron ejecutados por sus enemigos, pero las altas penas de prisión, que en la práctica equivalen a cadena perpetua, hacen más inexplicable la prisión domiciliaria de que disfrutaba Cervantes Magno.