*La situación se agrava por el agotamiento de las fuentes propias de abasto.
De la redacción
La población mexiquense asentada en la región de los volcanes está preocupada por el alto riesgo de una agudización del problema de escases de agua potable, como ha ocurrido en los últimos años.
El problema inquieta a los habitantes de los trece municipios de esa parte del territorio mexiquense, antes sin dificultades de ese tipo, porque tenían agua suficiente del deshielo de los volcanes.
Lo preocupante de la situación llegó al seno de la representación mexiquense, donde un legislador expuso el tema, al demandar del Congreso un punto de acuerdo para exhortar a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez a declarar una crisis hídrica en la región, que forma parte de la parte oriente mexiquense..
El diputado local alertó sobre otra vertiente del problema, no suficientemente examinado: el agotamiento de las fuentes de abastecimiento del vital líquido. Y a esto debe agregarse el aumento de la demanda por el incremento demográfico.
Detalló que la declaratoria de crisis hídrica debe abarcar los municipios de Amecameca, Atlautla, Ayapango, Chalco, Cocotitlán, Ecatzingo, Ixtapaluca (en este municipio viven más de 600 mil mexiquenses), Juchitepec, Ozumba, Temamatla, Tenango del Aire, Tepetlixpa, y Tlalmanalco.
El representante popular por un distrito de esa región y de extracción morenista consideró urgente que se adopten las medidas necesarias para que la población asentada en los 13 municipios de la región de los volcanes no padezca el problema en forma tan severa, como ya los ha sufrido.
Antes los ríos Amecameca y de la Compañía aportaban grandes caudales, cuando en las temporadas invernales los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl se cubrían de gruesas capas de nieve.
Después se solidificaban y el deshielo era una de las principales afluentes de los ríos, ello no ocurre ya, dado que cae poca nieve, como consecuencia del cambio climático y la devastación de los bosques por taladores clandestinos.
El secretario del Agua, Pedro Moctezuma Barragán, tiene estudios profundos sobre este fenómeno, cuyas consecuencias es la disminución del agua en la región, ahora con problemas de lo que se denomina “estrés hídrico”.
De los ríos, el caso más notable de un cambio negativo es el de La Compañía, que de conducir aguas limpias en la región de los volcanes, ahora está convertido más bien en un canal a cielo abierto que conduce aguas altamente contaminadas, además de en tiempos de fuertes lluvias se desborda e inunda con descargas de aguas negras colonias en los municipios que cruza, y dejó de aportar agua para el consumo humano. El problema es que las autoridades poco pueden hacer para evitar en este estiaje la escasez de agua en esa y otras regiones del Estado.