*Todavía en el 2027 seguirán el nepotismo y la reelección; terminarán en el 2030.
De la redacción
Intereses y ambiciones políticas familiares existentes en los estados de Guerrero, Zacatecas y San Luis Potosí frustraron el propósito de la reforma constitucional en materia electoral, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para prohibir la reelección y el nepotismo para el 2027.
Senadores y diputados Federales morenistas aprobaron los cambios constitucionales en cuestión, pero difirieron su entrada en vigor para el 2030, en lugar del 2027, como lo propuso la primera mujer mandataria mexicana.
Los representantes populares privilegiaron las ambiciones del senador Félix Salgado Macedonio, quien desde ahora busca ser candidato a gobernador de Guerrero en el 2027, para protagonizar una situación inédita en el país: que un padre releve en una gubernatura a su hija. En este caso, a la gobernadora del estado sureño, Evelyn Salgado Pineda, según un análisis de “El Espectador”.
De la misma forma, el morenismo legislativo dejó vigente la posibilidad del nepotismo en Zacatecas, donde el senador Saúl Monreal Ávila intenta ser abanderado de Morena a la gubernatura, que ocupa su hermano David y que antes tuvo en sus manos otro de sus consanguíneos, Ricardo Monreal Ávila.
La posposición de la entrada en vigor de la reforma citada la propuso el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuya dirigencia nacional busca mantener en sus manos la gubernatura de San Luis Potosí, por la vía del nepotismo.
Su senadora Ruth González ambiciona ser la primera mujer gobernadora de San Luis Potosí, la tierra que por décadas padeció el férreo cacicazgo de Gonzalo N. Santos y otros mandatarios prepotentes.
La legisladora también desea alcanzar la principal posición de poder público por la vía del nepotismo, aprovechando la inexistente presencia opositora en esa entidad federativa, pues trata de relevar en la gubernatura a su esposo, Ricardo Gallardo Cardona, quien fue postulado por el PVEM, pero ganó por los votos de Morena.
La propuesta del Verde salió adelante por el respaldo de la mayoría morenista, porque beneficiaba a dos personajes de gran influencia en el morenismo nacional. Privilegiaron sus ambiciones a los valores del Movimiento de Regeneración Nacional y de la cuarta transformación.
A la militancia de ese partido les queda ahora sólo la posibilidad de que Salgado Macedonio y Monreal Ávila declinen sus ambiciones, para no dañar la imagen de Morena con un nepotismo que no pudo ser erradicado con la reforma constitucional en materia electoral, como lo intentó la presidenta Sheinbaum Pardo.
Los estatutos de Morena prohíben el nepotismo en materia de candidaturas para cargos de elección popular, pero tanto Salgado Macedonio como el senador zacatecano ya habían aludido a sus derechos constitucionales a ser candidatos a cualquier puesto de esta naturaleza. Ruth González seguirá con su plan, pero el Verde carece de prestigio y en este sentido, nada tiene que perder.