COORDENDAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
SIN CONTROL LOS DELINCUENTES QUE DEJAN CÁRCELES
CON MEDIDAS CAUTELARES: VUELVEN A DELINQUIR
La policía de Toluca capturó la semana pasada a dos presuntos asaltantes, después de que despojaron de sus pertenencias a una persona. La información los presenta como Alfredo “N” y David Fernando “N”, quienes operaban por la Avenida Alfredo del Mazo y se movilizaban en una motocicleta. Después de su aprehensión casi en flagrancia, fueron puestos a disposición del ministerio público en esta capital del Estado, donde se definirá su situación jurídica.
El caso tiene importancia por una particularidad: los dos presuntos asaltantes portaban brazaletes electrónicos, prueba de que estuvieron en la cárcel y fueron liberados con esta medida cautelar. Estos dispositivos generalmente son rentados a empresas privadas, las cuales se encargan igualmente de controlar los movimientos de los excarcelados y procesados en libertad. Los abogados les consiguen este beneficio, con el compromiso de presentarse a firmar periódicamente al juzgado penal de la causa.
No es la prmera ocasión en que delincuentes quedan en libertad mediante medidas cautelares como la colocación de estos brazaletes, cuya renta debe pagar el excarcelado. El brazalete tiene la finalidad de que el malhechor sea monitoreado en sus movimientos, para evitar que se fugue o cause daño a la sociedad; además, para acceder a la medida, debió observar un buen comportamiento en la prisión. Es una oportunidad que se le da para reintegrarse a la sociedad.
Son numerosos los malvivientes que dejan las cárceles y después se dedican a delinquir, precisamente lo que se busca evitar. En algunas ocasiones excarcelados han aparecido asesinados en riñas con miembros de bandas contrarias, sin que el monitoreo detecte sus correrías; es decir, esta modalidad de liberad resulta perjudicial para la población, y los brazaletes no evitan que el delincuente reincida en su carrera criminal, como son los casos de Alfredo “N” y David Fernando “N”.
Ambos disfrutaban de libertad con medidas cautelares, pero se dedicaban a delinquir y a afectar a personas pacíficas, porque fallaron los mecanismos de control o de plano los brazaletes no funcionan y así los alquilan empresas privadas que trabajan con los jueces penales. En estos ejemplos la víctima tuvo suerte, porque la corporación policiaca acudió a su llamado de auxilio, lo cual permitió la captura de dos asaltantes.
A pesar de que en teoría eran monitoreados, delinquían con la mayor tranquilidad e impunidad, como lo prueba el hecho de que después del atraco cometido, se quedaron cerca del sitio donde actuaron, a la espera de víctimas para seguir despojándolas de sus pertenencias, sin que los brazaletes les estorbaran para sus actividades criminales; es decir, las medidas cautelares que les aplicaron de nada sirvieron a la sociedad, porque seguramente cometieron muchos delitos antes de su aprehensión.
Las autoridades judiciales jamás informan de sentencias condenatorias por reincidencia, y ello permite pensar que los vuelve a soltar después de ser reaprehendidos, sin importar que representen un peligro para la población trabajadora y pacífica, como lo ilustran muy bien estos dos casos de delincuentes libres con medidas cautelares, incluido el brazalete electrónico. No es tranquilizador saber que las autoridades liberan a quienes representan un peligro para la sociedad.
Son muchos ya estos casos en el territorio estatal, por lo que el gobierno debe interesarse en corregir la situación, pues malhechores beneficiados con alguna modalidad de libertad, la aprovechan para seguir cometiendo delitos, porque el monitoreo de sus andanzas no se hace o, peor aún, se hace, pero se toleran las actividades criminales, lo cual no debe continuar.
