AGUA PARA CONSUMO HUMANO Y
PARA DESARROLLO ECONÓMICO
EFECTOS DE LA ESCASEZ O FALTA DE AGUA SE
NOTAN EN CONSUMO HUMANO; SON DIVERSOS
La mayor parte de la población mexiquense recibe agua potable insuficiente, y cientos de miles de habitantes no disponen aún de agua entubada en sus domicilios, en un problema serio, cuya solución total y definitiva es una vieja demanda social desatendida por las autoridades desde siempre.
Por razones entendibles, la escasez del vital líquido se nota por los reclamos de atención satisfactorias que presentan los habitantes del Estado con mayor afectación por el problema, pero los efectos de la insuficiencia tiene muchos otros efectos negativos para la propia sociedad.
Dicha falta de agua potable es un obstáculo muchas veces insalvables para el éxito de la promoción de la economía estatal; es decir, para atraer inversiones, como lo es la inseguridad pública grave. Ambos factores adversos impiden la creación de empresas y la generación de empleos bien remunerados.
La diferencia es que erradicar la inseguridad pública, la violencia asesina y la incidencia delictiva es posible con la voluntad política de las autoridades, fuerzas de seguridad preparadas y presupuesto público suficiente. Nunca la delincuencia, ni la mejor organizada, será más poderosa que el Estado, aunque muchos lo crean.
En cambio, en el corto y mediano plazo conseguir que el agua sea abundante en todo el territorio estatal es una tarea casi imposible. Para lograrlo deben revertirse los daños a la naturaleza, especialmente a la riqueza forestal, porque la deforestación explica la irregularidad de los ciclos de lluvias, así como la reducción de los volúmenes de las precipitaciones pluviales.
El problema en el Estado de México es complicado porque carece de grandes fuentes superficiales de suministro, y las subterráneas padecen un proceso de agotamiento, fundamentalmente porque se perdieron grandes extensiones de terrenos que cumplían la estratégica función de filtrar las aguas pluviales al subsuelo, cuyos volúmenes eran superiores a los que se extraían para diversos usos.
Esas superficies fueron pavimentadas e impermeabilizadas, por lo que ya no tienen utilidad como enriquecedoras de las reservas de aguas subterráneas; al contrario, al ser habitadas, creció la demanda de agua para uso doméstico, planteada por los nuevos habitantes del Estado. Y ahora se extrae más agua de la que se infiltra.
Los empresarios también consideran atractivo invertir donde hay agua suficiente, y por ello el recurso hídrico es indispensable para la promoción del desarrollo económico, la generación de empleos bien pagados y la elevación de la producción y la productividad del Estado.
En concluión, recuperar las fuentes de abastecimiento de agua tiene una importancia estratégica, como lo tiene la planeación a corto, mediano y largo plazo en esta materia, vinculada a la satisfacción de un creciente consumo humano, y al desarrollo económico en una entidad federativa altamente poblada.