Inicio Nacional Teuchitlán, Otro Método para Reclutar Sicarios de la Delincuencia Organizada

Teuchitlán, Otro Método para Reclutar Sicarios de la Delincuencia Organizada

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Foto: Internet.

*La deshumanización de los grupos criminales se ratificó en Teuchitlán.

De la redacción

Las atrocidades cometidas en el rancho Izaguirre, ubicado en el municipios de Teuchitlán, Jalisco, a unos 60 kilómetros del Palacio de Gobierno de ese Estado, prueba una vez más deshumanización de los grupos criminales, y de la misma manera, prueba los nuevos métodos empleados para el reclutamiento de sicarios.

En estos casos las víctimas fueron “enganchadas” con la promesa de trabajos bien remunerados; es decir, fueron engañadas y una vez en el campo de adiestramiento, tardíamente, cuando ya no tenían escapatoria, se enteraron de la naturaleza de los empleos ofrecidos, comentó Ricardo Robles Morán, especialista en narcotráfico.

La difusión de la magnitud del problema detectado en ese municipio de Jalisco motivó movilizaciones de madres y padres de familia en decenas de ciudades  del país, agraviadas por la desaparición de hijos, hijas, hermanas o hermanos.

El también académico, el primero que en “El Espectador” comenzó a hablar de que los verdaderos capos globales de las drogas están en los lujosos edificios de Nueva York, Chicago, Washington y Los Ángeles y “lavan” y se quedan con las ganancias de la venta de drogas al menudeo. De los estadounidenses “lavadores” de dinero ya hasta la presidenta Claudia Sheinbaum empezó tímidamente a referirse a ellos.

Respecto al caso de lo ocurrido en Teuchitlán, Robles Morán destacó que se conocían otras formas de reclutamiento de sicarios por parte de la delincuencia organizada, actualmente diversificada, porque ya no sólo se dedica al tráfico y venta de drogas, sino también extorsiona e impone por la vía de violencia extrema impuestos ilegales en diversas actividades económicas, y la de ofertas de empleos es reciente.

La más usada antes era la de la inducción de jóvenes al consumo de drogas, para generarles necesidades de ingresos para financiar su vicio, que conseguían mediante el servicio de esas organizaciones criminales en actividades de narcomenudeo, “cobradores de derecho de piso”, “halconeo” y sicarios.

Empleaban igualmente el arraigo en los jóvenes la falsa idea de la adquisición de riqueza, poder, mansiones, mujeres bellas, vehículos de superlujo y joyas, “y ahora en el rancho Izaguirre se confirmó la modalidad de reclutamiento de sicarios mediante la promesa de empleo bien pagado, la cual resultaba atractiva para jóvenes de bajos ingresos y con necesidades de ocupación”, señaló Robles Morán.

Ante este panorama, consideró que las autoridades federales, estatales y municipales deben poner énfasis en campañas destinada a los jóvenes, para desalentar su decisión de incorporarse a los grupos criminales.

Es necesario convencerlos de la falsedad de la versión de que se harán ricos y poderosos, y de que la realidad es que los buscan para “carne de cañón” y los conducen a una muerte o cárcel en pocos años, advirtió.

“Más del 90 por ciento de los 200 mil ejecutados en el anterior sexenio eran sicarios, narcomenudistas, halcones, cobradores de derecho de piso, secuestradores, muertos, muchas veces por sus propios grupos criminales, como en Teuchitlán, sin que hubieran salido de la pobreza, pero que hicieron mucho daño a la sociedad”, concluyó el entrevistado.        

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