*En 6 sexenios de gobiernos neoliberales incorporaron al riego 7 mil hectáreas.
De la redacción
La combinación del abandono de las actividades productivas del campo durante los 36 años de gobiernos neoliberales y la prolongada sequía del año anterior, hicieron retroceder los avances logrados en el objetivo de alcanzar la autosuficiencia en maíz.
Estas condiciones adversas para el país se agravan por el aumento de la demanda, producto del crecimiento de la población, de acuerdo con datos estadísticos de las autoridades mexicanas de Agricultura.
La política neoliberal, que en materia de alimentos de origen rural consistía en que no debía invertirse en la producción de granos básicos porque resultaba más barato adquirir el maíz en el mercado internacional, que en realidad era el de Estados Unidos, que acapara las compras externas de México.
Este desprecio por lograr la autosuficiencia alimentaria, de acuerdo a analistas de “El Espectador” se expresó claramente en la ausencia de una política para aumentar la superficie cultivable de riego.
El ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador criticó en su momento esa política y abandono a los productores rurales, y como ejemplo, dio a conocer que durante los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se incorporaron al riego apenas 7 mil hectáreas.
Es decir, la cifra arroja un promedio inferior a mil 200 hectáreas por sexenio; prácticamente los seis presidentes citados no voltearon a ver al campo, a pesar del alto consumo de maíz de los mexicanos.
Los campesinos siguieron produciendo maíz banco, a pesar de la falta de apoyo de los seis gobiernos neoliberales, y en estos momentos las cosechas son suficientes para alimentar a la población, pero falta producir grano forrajero; es decir, para alimentar el ganado y las aves.
Durante el sexenio presidencial del político tabasqueño se benefició a 110 mil hectáreas con sistemas de irrigación; es decir, una superficie casi 15 veces mayor a la que incorporaron al riego durante los 36 años anteriores.
La sequía del año pasado perjudicó los cultivos de temporal; es decir, los que están sujetos a al comportamiento de los regímenes de lluvias, por lo que las autoridades agrícolas estiman que este año habrá necesidad de importar más granos.
En este escenario se dio el fallo del Panel de Solución de Controversias en el TEC-MEC, desfavorable a México, que buscaba prohibir la importación de maíz transgénico, destinado al consumo de reses, ganado ovino, porcino, caprino y aves, incluyendo ganado lechero y gallinas destinadas a la producción de huevo.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que se buscará elevar la producción de alimentos de origen rural, mediante la incorporación de más tierras al riego, mediante la tecnificación de los sistemas de irrigación, para que con los mismos volúmenes de agua se beneficie a más superficie y se logren mayores volúmenes de producción, inclusive liberar líquido para consumo humano.