COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
SE JUEGA LA CÚPULA DE LA IGLESIA CATÓLICA SU FUTURO
MEDIATO E MEDIATO EN LA SUCESIÓN DEL PAPA FRANCISCO
Como no ocurría en muchas décadas, en estos momentos el proceso para elegir al nuevo Papa tras el fallecimiento de Francisco representa una decisión de enorme trascendencia para la Iglesia Católica, pues de la idoneidad o falta de idoneidad de quien resulte electo para conducir al catolicismo mundial en una época cargada de problemas en el plano global, dependerá el futuro de esta religión.
No enfrentó este riesgo la Iglesia Católica en la sucesión de los últimos 5 papas, porque las condiciones políticas económicas, sociales y religiosas no eran difíciles en extremo, como los conflictos bélicos en Ucrania, Yemen y el genocidio que perpetra el ejército israelí contra la población palestina asentada en Israel o en la Franja de Gaza, que incluye niñas, niños, mujeres y ancianos; es decir, población civil que no representaban peligro alguno para la seguridad del Estado judío.
La Iglesia Católica y su guía mundial, especialmente, tiene gran peso e influye en los acontecimientos mundiales. El Papa Francisco recuperó los valores del cristianismo, como la humildad, la solidaridad, la defensa de los pobres, los marginados del desarrollo económico la reprobación de la discriminación, del clasismo, del racismo y el clima hostil generado en muchos países contra los migrantes, un fenómeno acentuado en las últimas décadas.
Su condena a la corrupción y a la pederastia, a la guerra y su rechazo a los lujos, cualidades que lo distinguieron, así como la comprensión a las debilidades humanas, le concitaron malquerencias de la parte más radical de las cúpulas de poder mundiales, incluidas las de la Santa Sede.
Por su lucha a favor de los que menos tienen el Papa Francisco adquirió prestigio, respeto y respaldo de la mayoría de los católicos, pero al mismo tiempo generó la animadversión del segmento católico más conservador, del que está divorciado de las enseñanzas de Cristo y se volvió adicto a los lujos y encubrió a los religiosos que abusaban sexualmente de niños y niñas. Estos grupos poderosísimos al interior del Vaticano lo criticaron en forma despiadada, culpándolo exponer los vicios de los religiosos.
Ahora esos mismos intereses buscarán colocar como Papa a alguien de su misma línea de pensamiento, amenazando el progreso y apertura alcanzados por el papado de Francisco y, con ello, colocando a la Iglesia Católica en una frágil posición y en la disyuntiva de cumplir con su carácter de universal, es decir para todos en el mundo, o radicalizarse y darle espacio sólo a unos pocos, los privilegiados.