*Colosio entusiasmaba, pero medios informativos controlados por CSG decían lo contrario.
(Segunda y última parte)
Medios informativos y políticos insisten en comparar las condiciones de la precandidatura priísta de José Antonio Meade Kuribreña y la de Luís Donaldo Colosio Murrieta, en cuanto a que no “prendieron” o “no levantaron” de inicio, pero no existen esas similitudes, y sí las diferencias son grandes.
En la segunda y última parte de este análisis, los observadores políticos de “El Espectador” coinciden en que en enero de 1994 Luís Donaldo Colosio Murrieta, como precandidato único del PRI, entusiasmaba a sus correligionarios, y era la misma situación durante la campaña, hasta su ejecución no esclarecida aún, el 24 de marzo de ese año, en Tijuana, Baja California.
Lo que ocurría es que la mayoría de los medios informativos al servicio de la megalomanía de Carlos Salinas de Gortari sostenían lo contrario, para construir un escenario político conveniente para un posible cambio de abanderado priísta, cuando el sonorense hacía severas autocríticas al sistema.
Los colaboradores de “El Espectador” recuerdan aquella famosa carta de Ernesto Zedillo Ponce de León, coordinador general de la campaña, dirigida a Colosio Murrieta, en la cual le pedía reconciliarse con el entonces presidente Salinas, prueba de que estos últimos estaban distanciados. Y todos conocen que CGS siempre ha sido rencoroso, memorioso y vengativo, “como lo sigue siendo”, subrayaron.
Colosio no podía ser indiferente al priismo nacional; al contrario, tenía mucha cercanía con sus compañeros de partido por conducto de los liderazgos estatales, regionales, incluso municipales, porque los había dirigido. Era hombre de partido y carismático.
En cambio, José Antonio Meade, no es militante del PRI, y así lo dice en sus spot de precandidato, no tiene cercanía con las bases del partido que lo postulará y no reúne condiciones para concitar respaldo.
No obstante, a diferencia de Colosio, a quien le negaban el respaldo que recibía, al ex titular de la SHCP los medios informativos aliados al poder público quieren formarle una imagen y condiciones contrarias a la realidad, pero sigue sin entusiasmar a quienes deben llevarlo al triunfo.
En lo que sí Meade tiene coincidencia con Luís Donaldo Colosio es en el rumor perverso de que puede ser sustituido si en unas semanas más su campaña “no levanta” y sigue relegado al tercer lugar en las preferencias electorales.
Colosio tenía mucho respaldo del priismo nacional, pero no de Salinas. Y por ese apoyo obtenido, entendible por su condición de exdirigente nacional del PRI, no fue cambiado. Al final fue ejecutado, en un atentado que a casi 24 años de distancia los mexicanos es atribuido a gente del poder público del mismo PRI.