1-Los críticos del presidente Enrique Peña Nieto no podían dejar pasar la ocasión de la monumental bandera izada en el Zócalo capitalino ayer, con el escudo al revés, justamente en la ceremonia del “Día de la Bandera”. De inmediato en las redes abundaron los agrios comentarios contra el gobernante. Lo menos severo que dijeron es que así, de cabeza, dejará al país el mexiquense cuando termine su sexenio el 30 de noviembre próximo; es decir, dentro de poco más de 9 meses. La verdad es que errores de este tipo y en estas circunstancias no deben ocurrir. Nadie se explica cómo pudo ocurrir. Y recuerdan que hace un año engancharon mal al gigantesco lábaro patrio y lo rompieron. Ayer, la festejada no estuvo en el lugar de honor.
2-Debe preocupar la no justificación en tiempo y forma de la aplicación de 2 mil 400 millones de pesos de fondos federales ejercidos en 2016 por el entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas. La Auditoría Superior de la Federación ordenó aclarar esta situación, así como explicar por qué no se aplicaron penas económicas a empresas que no cumplieron la entrega de obras en los plazos convenidos. En uno de esos proyectos la multa debió ser cercana a los 12 millones de pesos, pero Ávila Villegas perdonó la penalización. Esto debe preocupar, porque si el anterior mandatario mexiquense no acreditó la correcta aplicación de fondos federales, ya es de imaginar cómo hizo con los fondos estatales.