Inicio Nacional Coordenadas Políticas

Coordenadas Políticas

210
0

Nada es seguro en elección presidencial, pero el escenario es riesgoso en extremo para Meade

Los especialistas en el tema recomiendan interpretar las encuestas sobre preferencias electorales como una fotografía del instante en que se toman. Eso puede ser válido para los países de democracia avanzada, no para México. Aquí la inmensa mayoría de los ejercicios demoscópicos ni siquiera son eso, porque tienen sesgo evidente y fines propagandísticos.

En estas circunstancias, los resultados no corresponden a instante alguno, sino a los intereses económicos y políticos en juego, por lo cual  en esta materia rige siempre la vieja sentencia de la sabiduría popular de que “el que paga manda”. Así, ninguna encuesta financiada por el PRI colocará a su candidato presidencial José Antonio Meade en tercer lugar. Y si eso ocurre, no difundiría ese resultado.

Tampoco los trabajos de las encuestadoras pagadas por el PAN ubicarán a Ricardo Anaya en la tercera posición. Y no se diga si la ordena MORENA: jamás pondrán a Andrés Manuel López Obrador en la segunda posición. Los partidos difunden buenos resultados, correspondan o no a la realidad. Lo hacen como parte de su estrategia electoral, para convencer y atraer a su causa a los indecisos y al voto útil.

Con todo, hay condiciones objetivas que hacen creíbles los resultados de la casi totalidad de las encuestas que sitúan al candidato presidencial del PRI en tercer lugar, muy distante incluso de quien aparece en la segunda posición. Al menos por ahora, porque en materia electoral nada hay seguro, pues muchas veces la lógica no opera en las urnas.

Lo cierto es que la marca “PRI” nunca había estado con tan poco prestigio como ahora. En el año 2000 tenía un severo deterioro en la credibilidad ciudadana, pero nada comparable con el de ahora. Además, su abanderado había surgido de sus filas, y ese partido gobernaba 21 estados, mientras ahora tiene sólo 15, y pocos de los más poblados.

El PAN y el PRD tienen en estos momentos en forma conjunta 16 gobernadores de los estados de mayor población y lista nominal de votantes. Ciudad de México, Veracruz, Puebla y Guanajuato. Además, el PRI es oposición en Nuevo León, y aunque gobierna Jalisco, otra entidad federativa de alta población, no es favorito para conservar la gubernatura.  Todo esto pesa mucho y en contra de la candidatura de Meade.

No obstante, la mayor diferencia del abanderado del PRI en relación con Enrique Peña Nieto es que éste hace 6 años era considerado por los priístas como su salvador y seguro reconquistador de la presidencia de la República. Los entusiasmaba y lo apoyaban a morir. Y las mujeres militantes del tricolor lo idolatraban en todo el país. Eso no ocurre ahora. Los priístas de a pie lo sienten ajeno, y no pocos se sienten maltratados por no haber postulado a un cuadro partidista.

Las encuestas del 2012 le auguraban a Peña Nieto más del 60 por ciento de los votos. Aun así, al final ganó con poco más del 38 por ciento. Ahora a Meade le conceden entre el 14 y el 16 por ciento de la votación, por lo que, como aquí se ha sostenido, si ganara sería una sorpresa mayor a la que constituyó el triunfo de Vicente Fox Quesada en el año 2000.

Artículo anteriorEnfrenta PRI problemas: le faltan candidatos en mpios. importantes
Artículo siguienteFracasó megaoperativo antidrogas y de decomiso de armas en el Estado y CDMX