Inicio Nacional EPN y AMLO ante sus críticos y su derecho a refutarlos si...

EPN y AMLO ante sus críticos y su derecho a refutarlos si son inexactos: eso es válido

237
0

El presidente Enrique Peña Nieto y quien hace 6 años fuera su contendiente por el cargo, André Manuel López Obrador, refutaron a sus críticos hace unos días. En el primer caso, se quejó del “no reconocimiento” de sus logros y del señalamiento sólo de sus errores. En el segundo, descalificó a sus críticos Jesús Silva-Herzog Márquez y Enrique Krauze.

Ambos personajes, adversarios ideológicos y políticos entre sí, se refirieron nada más a quienes ocupan espacios de opinión en los medios informativos, no a todos los periodistas, y mucho menos a la infantería del universo informativo, como lo son los reporteros. Las reacciones de los opinadores fueron virulentas contra el tabasqueño y menos enérgicas contra el oriundo de Atlacomulco.

No debe sorprendernos, ni “satanizar” a quienes critican a sus críticos, porque en estos casos, tanto Peña Nieto como López Obrador tienen derecho a refutar inexactitudes de quienes los cuestionan. El que uno sea presidente de la República y el otro, candidato presidencial, no les suprime ese derecho, pero en el caso del líder de Morena se excedió al atribuirle a las críticas de los dos intelectuales motivaciones neoliberales y conservadoras.

Los señalamientos desaprobatorios, cuando son infundados y aun cuando no alcancen la calidad de argumentos, deben desvanecerse con la exposición de la verdad que los evidencia, no con descalificaciones a las posiciones políticas e ideológicas de los críticos. La pluralidad, no debe olvidarse,  incluye el pensamiento de izquierda, de derecha, de centro, de centro izquierda, centro derecha, de extrema izquierda y extrema derecha.

Distinta es la situación del presidente Peña Nieto, porque su queja de que sólo critican las fallas de su gobierno y no los aciertos no tiene sustento. Lo que hace y dice todos los días se recoge en los noticieros de televisión y radio, además de las páginas de los medios impresos. Lo que pasa es que eso no es gratis, como sí lo son las críticas. Su administración gastó ya aproximadamente 44 mil millones de pesos en publicidad, para regocijo de los dueños de las grandes cadenas nacionales de radio y televisión y de los diarios consentidos de la presidencia de la República.

Los avances de su gobierno tienen difusión. Su queja más bien debería ser por el cobro que le hacen los poderes fácticos mediáticos por hacer esa difusión, que no se traduce en una buena imagen ni alto respaldo popular. La aceptación de su gobierno es reducida, a pesar del enorme gasto propagandístico. En realidad su problema es de falta de credibilidad, y ésta no se puede obtener con el pago de publicidad.

A los gobernados les puede y resienten más la inseguridad pública, la pobreza, la ineficacia de las instituciones, la corrupción e impunidad. Y frente a esta realidad los “logros” del régimen peñista reportados por los medios informativos todos los días no convencen.

Artículo anteriorTautología
Artículo siguientePudo ser gobernador el preso por corrupto: perdió elección