
*En estos momentos el PRI tiene el menor número de gobernadores de su historia.
Desde su fundación por Plutarco Elías Calles el 4 de marzo de 1929 y hasta 1988 el PRI mantuvo en su poder todas las entidades federativas y al entonces Distrito Federal. Este monopolio en los gobiernos estatales o “subnacionales”, como también les dicen en el lenguaje neoliberal, se rompió en 1989, con el triunfo del PAN en Baja California.
Todavía se debate sobre las verdaderas razones y motivaciones de esa victoria panista. Unos la atribuyen a un derrota priísta pactada, como recompensa al PAN, por haber reconocido a Carlos Salinas de Gortari como presidente, después del fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas; otros la consideran resultado de un despertar político de los electores de los estados de la República.
Haya sido como haya sido, ese resultado en las urnas marcó el inicio de los fracasos electorales del PRI en elecciones de esa relevancia, de acuerdo con un análisis de “El Espectador” al comportamiento de los votantes en los últimos casi 30 años.
Así, de gobernar todos los estados cuando Salinas de Gortari inició su sexenio, en estos momentos sólo manda en 15, con la agravante de que en los últimos años perdió entidades federativas altamente pobladas, como la ahora Ciudad de México, Veracruz y Puebla.
En 1994 el PRI tenía en su poder 29 estados, para bajar a 19 en el 2000. Cayó a 17 en el 2006, pero tuvo una recuperación, y en el 2012, hace 6 años era gobierno en 20, para llegar a su nivel más bajo este año, con 15, y el riesgo de terminar el año tal vez con 12.
En este escenario electoral y de autoridades estatales, el PRI conmemoró sus casi nueve décadas de fundado, periodo en el cual 77 años ha tenido en su manos la presidencia de la República. Hace 6 años la recuperó, después de 12 años como opositor del PAN.
Hoy nuevamente las condiciones electorales le son adversas, al grado de que las encuestas ubican a su candidato presidencial en la tercera posición, con alto riesgo de perder. De conservar la titularidad del Poder Ejecutivo Federal será una gran sorpresa, lo cual hasta 1999 ni siquiera podía plantearse como remota posibilidad.
Los decepcionantes resultados de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, de los gobernadores y alcaldes priístas, desprestigiaron tanto la marca” PRI”, que su verdadero líder no se atrevió a postular a uno de sus correligionarios. Optó mejor por un externo, en lo que muchos cuadros tomaron como una humillación.
Esa mañana del día 4 de este José Antonio Meade, quien se asumió como candidato ciudadano, no militante, encabezó la ceremonia conmemorativa de la fundación del tricolor, partido al que también las encuestas lo ubican en el tercer lugar en preferencias electorales de 7 de las nueve entidades que elegirán gobernador el primero de julio. Sólo en dos aparece en segundo lugar, para complicar más la situación del antes partido casi único.