
*De la refinería de Salamanca volvió a saberse por la ejecución de jefe de seguridad.
Salamanca, Gto.-La refinería “Antonio M. Amor” de esta ciudad, cuyo jefe de seguridad física, Tadeo Leneol Alfonzo Rojas fue ejecutado el 24 de enero último, estuvo en el centro de los actos de corrupción y sobornos de la constructora “Odebrecht”.
De acuerdo con información oficial difundida por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la reconfiguración de la planta propiedad de Petróleos Mexicanos, junto con la de su similar de Tula, Hidalgo, costó mil 225 millones de pesos más de la suma pactada en el convenio original.
Este sobreprecio es muy superior a los 10 millones de dólares (186 millones de pesos) presuntamente entregados a Emilio Lozoya como sobornos. Y de responder a la realidad, confirmaría lo que en los espacios de opinión de “El Espectador” se señala con frecuencia: son las empresas privadas las más beneficiadas con la corrupción prevaleciente en el sector público. Los funcionarios corruptos se llevan una porción muy menor del daño al patrimonio el país.
Los contratos por mantenimiento a la capacidad de refinación, conversión de residuos y aprovechamiento de residuos de las dos refinerías, conceptos vagos, detectados por la ASF, costaron 5 mil 872 millones de pesos, monto superior en mil 225 millones de pesos al ofrecido por “Odebrecht” cuando ganó los concursos para esos trabajos.
A pesar de ello, nada se sabe de las consecuencias de ese sobreprecio. La ASF no volvió a tocar el tema, y su titular, Juan Manuel Portal, concluyó su período, por lo que nadie ha respondido y posiblemente nadie lo haga por ese daño patrimonial a Petróleos mexicanos.
Miembros del movimiento de trabajadores inconformes con el manejo de Pemex, sostienen desde hace muchos que la corrupción mató a Petróleos Mexicanos y anticipaban que adicionalmente existía el plan de quebrar a la empresa para privatizarla.
Pemex no se vendió a particulares, pero se entregó a la incitativa privada, incluyendo a “Odebrecht”, la ejecución de obras y servicios que podía hacer el personal de la empresa, sin necesidad de erogar miles de millones de pesos.
Además, el actual gobierno federal puso a disposición de los grandes intereses petroleros particulares del país y del extranjero las reservas petroleras, previa modificación a disposiciones constitucionales que lo prohibían.