
1-Debe quedar claro lo del “lavado de dinero”; es decir, que ese delito fue sustituido por el de “operación con recursos de procedencia ilícita”, y lo comete quien compra, para poder “limpiar” el dinero producto de delitos, incluyendo corrupción. Si se encarcelara a quienes venden, estarían presos todos los dueños de las empresas distribuidoras de automóviles y camionetas de lujo y superlujo, las distribuidoras de relojes Rolex, Hublot, Audemar de Piaget y otras marcas carísimas, además de las boutiques que venden ropa de marca costosas tanto a los mandos de la delincuencia organizada como a los corruptos del poder público.
2-Los gobiernos de todos los partidos no tienen necesidad de hacer fraude para ganar, si trabajaron bien. Les basta con los programas sociales, aun cuando no entreguen becas y otros apoyos en actos masivos. Esto que es tan sencillo, no lo entienden los partidos.