1-El caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, metido en acalorado debate, contiene elementos que deben quedar claros. Más allá de si se cancela o continúa y concluye, las actuales autoridades deben explicar a detalle por qué si inicialmente difundió que costaría 120 mil millones de pesos, al final se pactó en 169 mil millones de pesos y ahora dicen que se elevará a los 250 mil millones de pesos.
Esta última cifra representa 130 mil millones de pesos más sobre la anunciada en un principio, y 81 mil millones pesos sobre el monto en que fueron firmados los contratos. Los expertos sostienen que de por sí se pactó con sobreprecio, lo cual debe aclararse, pues adicionalmente el gobierno insiste en que no hubo corrupción en la adjudicación de los contratos.
2-En ese mismo tema, no hay discusión sobre la urgencia de un nuevo aeropuerto, aunque incluso se esté construyendo con retrasos. Sí, puede discutirse si fue un acierto o un error escoger el sitio. Sin embargo, tampoco debería discutirse sobre el hecho de que, si hubo corrupción y sobreprecios injustificados en la asignación de los contratos, debe corregirse esa situación y fincar responsabilidades, pues no debe permitirse la corrupción en ninguna parte.
