1-Quedó clara la estrategia de la campaña de José Antonio Meade en relación con Ricardo Anaya: Busca arrebatarle el mayor porcentaje de votos y así desplazarlo del segundo lugar. Esto mediante un enorme respaldo mediático a Margarita Zavala, la candidata presidencial independiente, pero formada en el PAN, el partido que hizo presidente a su marido, Felipe Calderón.
Por eso mismo es casi imposible que a la expanista le apliquen la ley por los delitos electorales. Le darán vía libre, al menos que, como lo creen algunos lúcidos segmentos priístas, sus mandos se convenzan de que Zavala más bien puede quitarle más votos a Meade que a Anaya, por tratarse de perfiles derechistas y católicos similares. La desmesurada cobertura mediática otorgada a la expanista sólo pudo ordenarla ya sabe quién.
2-Ya autorizados legalmente a trabajar en la búsqueda del voto,a Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, José Antoio Meade y Margarita Zavala los veremos a todas horas del día en los canales de televisión, tanto en sopots como en entrevistas pagadas, pero disfrazadas de noticias, como acostumbran hacerlo los medios electrónicos.
