(Photographer: Michael Reynolds/Pool via Bloomberg)
1-No es gesto generoso de Trump, ni un éxito de la cancillería mexicana, como quiere hacerlo pasar, el que la Guardia Nacional de Estados Unidos -que se instalará en la frontera con nuestro país- estará desarmada y no efectuará detenciones de indocumentados, ni ejecutará acciones de aduana, sino que las leyes estadounidenses no se lo permiten.
Tampoco es una cortesía del magnate gobernante el que no haya ordenado el despliegue del ejército a esa zona. Lo que pasa es que las normas de ese país no permiten a los soldados o marines desarrollar tareas de vigilancia policiaca.
2-Nadie sabe explicar por qué barcos de la Guardia Costera de los Estados Unidos recorren el Pacífico mexicano, como “Pedro por su casa”. No hay información de si están autorizados pro el gobierno mexicano o ni siquiera permiso piden para andar en aguas nacionales, como se mostró aquí en una foto tomada en Huatulco, Oaxaca.
3-Menoscaba la dignidad de nuestro país que el canciller Luís Videgaray Caso sustente las relaciones bilaterales con Estados Unidos en su amistad que tiene con el yerno de Trump. Una política exterior soberana no puede estar anclada en circunstancias de este tipo. Además, de nada ha servido esa cercanía con el hijo político del multimillonario presidente, porque los actos hostiles están a la orden del día. No será que al soberbio colaborador del presidente Enrique Peña Nieto lo está afectando ya una especie de “síndrome de Estocolmo”.
4-Sorprende que el joven abogado Luís Donaldo Colosio Riojas esté con “Por México al frente” y no con el PRI, partido al que dirigió su padre del mismo nombre, quien fue asesinado cuando era candidato presidencial. Si se tratara de un hijo de López Obrador que anduviera en un partido distinto a Morena la casi totalidad de los grandes medios informativos ya hubieran armado un descomunal escándalo.
