*Sólo 4 equipos parecen seguros: están calificados a liguilla el Toluca y Santos.
Los seguidores de los equipos con grandes, pocas o remotas posibilidades de calificar a la liguilla cruzan los dedos para lograr ese objetivo. Como ocurre cíclicamente, en las últimas fechas se juegan los últimos boletos para la fase de la competencia del futbol mexicano de primera división en que se decide el título.
Es la etapa en que varios clubes que están en zona de calificación fallan en los últimos partidos y quedan eliminados, mientras otros que fechas antes parecían liquidados, reaccionan y en los últimos dos partidos se meten al grupo de los ocho mejores.
Desde la fecha 14 el Toluca tenía en la bolsa su pase a la liguilla, como lo tenía también Santos, porque habían acumulado los puntos necesarios para ver con tranquilidad la lucha por los dos o tres últimos el boleto para la fase en que se decidiría qué equipo es el campeón del torneo de clausura.
Los aficionados fanáticos al futbol mexicano quedan satisfechos cuando sus conjuntos pasan a la liguilla; sobre todo, los que lo consiguen con muchos apuros y angustias, pero luego todos comienzan de nuevo con los nervios porque lo hecho en la etapa regular de la competencia no cuenta para ganar la corona.
Reporta ventaja por cuanto a en caso de empates en triunfos y goles en las serie eliminatorias, incluyendo los goles de visitantes, pasa a la siguiente ronda quien queda mejor clasificado en la tabla general.
Faltan seis puntos por disputar, y dada la distancia entre quienes por ahora no están en zona de calificación y quienes ocupan los casilleros 7 y ocho y los que están 9 y el 12, la lucha será interesante en cuanto resta de la competencia.
Los seguidores de los clubes en riesgo de bajar y quedar fuera de la zona de liguilla y los de los conjuntos con posibilidades matemática de calificar estarán inquietos hasta que concluya el último partido de la jornada 17, la próxima semana.
En cambio, los aficionados que no tienen club favorito, vivirán en el morbo, porque presenciarán los partidos más por ver como algunos pierden en los dos últimos encuentros la oportunidad de calificar a la liguilla.
Ya satisficieron su morbo con el casi seguro nuevo fracaso del Cruz Azul, y con los apuros de Chivas y Pumas, considerados de los grandes del balompié nacional, pero que en este torneo no lo acreditaron.
El caso de los cementeros es inexplicable, porque dejan la impresión de que pesa una especie de maldición sobre el equipo, porque sus caros jugadores hacen en las canchas todo lo posible para demostrar que el club desperdicia su dinero al contratarlos.
