
1-Si de verdad Siria utilizó armas químicas contra su población, merecía la destrucción de sus centros de investigación, desarrollo y producción de esas armas letales, pero por mandato de la ONU, no de tres potencias imperiales. Peor sería la situación si, como asevera Rusia, Siria no uso armas prohibidas por las leyes internacionales. De cualquier manera, la misma ONU quedó mal parada, porque fue ignorada como organismo rector de la paz mundial por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
2- A México debe preocuparle que el vecino del norte se arrogue el derecho de bombardear sin declaración de guerra previa, ni por mandato de la organización representante de la comunidad mundial, porque si eso hace con Siria, ubicada a miles de kilómetros de su territorio, ya es de imaginar qué hará con nosotros cuando en su paranoia diga que somos “un peligro para la seguridad estadounidense”.