*La población angustiada por la crisis cree en charlatanes que ofrecen el paraíso en la tierra.
La crisis económica que agobia y angustia a vastos sectores de la sociedad propicia la proliferación de charlatanes, y arraiga y expande creencias esotéricas, desatacó José Luís Romo Rendón, sicólogo de profesión.
En una breve entrevista explicó que las difíciles condiciones económicas familiares y su desintegración en muchos casos por esa misma razón, conduce a las personas a creer en quienes ofrecen resolver los problemas de este tipo.
Casi se comprometen a resolver, como por arte de magia, el grave problema del destruido tejido social, que no intentan restaurar ni siquiera las autoridades, porque sencillamente parece una tarea imposible de llevar a cabo con éxito, explicó Romo Rendón.
Experto en los temas del comportamiento individual y colectivo frente a serios problemas, narró que, paradójicamente, a él le entregaron hace días un folleto de esos charlatanes, quienes le garantizaban la solución a problemas que, “por lo demás, no tengo”.
“Pero mucha gente les cree y cae en su trampa y lejos de solucionar sus dificultades, las agrava porque debe sacrificar la satisfacción de necesidades básicas para pagarle a estos estafadores despiadados que hacen víctimas de engaño a gente muy humilde, de bajo o nulos ingresos”, reprobó el experto.
Entregó a este semanario una copia del folleto que le entregaron en su propia mano. Y de verdad, sólo con mucha ingenuidad o por una desesperación extrema alguien puede creer en el contenido del folleto en cuestión.
El personaje capaz de resolver todos los problemas se presentaba como monje formado en el Tíbet y ofrecía sus servicios con un desparpajo increíble, por la larga serie de problemas que podía resolver.
Este semanario no resistió la tentación de reproducir las maravillas que dice ser capaz de realizar el personaje:
“Si tiene dudas de su pareja, le digo si lo engaña y con quién. Le retiro el mal y le muestro el nombre y el rostro de quien lo hizo. Amarres efectivos, rápidos, y económicos 100 por ciento garantizados. Le doy suerte para los juegos de azar, y le doy su número de la suerte. Le limpio su negocio para aumentar sus ventas. Le oriento para sacar su riqueza enterrada”, ofrece el monje.
Romo Rendón dijo que guardará el texto para mostrarlo a sus alumnos, porque no tiene desperdicio en cuanto al presunto poder que tiene el personaje y, sobre todo, porque aunque parezca increíble, mucha gente, por la angustia que le ocasiona la crisis económica, traducida en tensas relaciones intrafamiliares, busca solución a sus problemas en la charlatanería.
