Editorial: El Pernicioso Modelo Económico Vigente

465
0
*Los Bajos Salarios Tienen Efectos Desastrosos y Multiplicadores para las Familias y para el País.

En la reunión de los banqueros con el presidente Enrique Peña Nieto, efectuada  en Acapulco no hace mucho, los primeros mostraron su satisfacción con el modelo económico y particularmente expresaron su respaldo a las reformas estructurales impulsadas por el segundo. El panorama optimista se repitió en el encuentro del mandatario con los altos directivos de Citibanamex, durante una reunión a la cual asistieron también, pero a diferentes horas los candidatos presidenciales.

No sería diferente la situación si en estos momentos los anfitriones del jefe de la nación fueran los dueños de las empresas telefónicas, las mineras, las petroleras, las televisoras, las radiodifusoras, las administradoras de los fondos para el retiro de los trabajadores y las llamadas cableras, dedicadas a comercializar señales de televisión por cable o sistema satelitales. Prevalecería el mismo ánimo festivo.

Tuvieron y tendrían motivos suficientes para estar satisfechos: se trata de los reducidos sectores del país favorecidos con un modelo económico altamente benéfico para sus intereses, por lo cual y desde su lógica y conveniencias nada debe cambiar: todo debe seguir igual y, si fuera posible, profundizar el modelo.

No obstante, en el lado opuesto están 16 millones de trabajadores de la economía formal sin la protección del sistema de seguridad social, además de un número mayor de empleados en la economía informal, sin seguridad laboral ni posibilidades de algún día, al concluir su vida como asalariados activos, retirarse y disfrutar de una pensión. Esta situación preocupa ya incluso a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Como lo difunde “El Espectador” en este número en su nota principal de portada, hay otros siete millones de trabajadores con ingresos de un salario mínimo: 2 mil 650 pesos al mes; y casi 12 millones 800 mil con ingresos de entre 5 mil 300 y 7 mil 950 pesos mensuales.

El problema es mayor porque estos niveles salariales son nominales, y aún los trabajadores que ganan 4 salarios mínimos tienen un poder de compra inferior al de un mínisalario de 1986, en una pérdida de capacidad adquisitiva que se tradujo en el abatimiento de los niveles de bienestar de las familias trabajadoras.

Es precisamente el actual modelo económico denominado neoliberal el que ha extendido la pobreza y concentrado la riqueza en todos los países donde ha sido adoptado, incluso en el propio Estados Unidos, donde ahora hay más pobres que antes, si bien sus pobres tienen niveles de ingresos que en México les permitirían ser clase media.

No es saludable el crecimiento de la desigualdad en la distribución del ingreso nacional, por más que satisfaga a los banqueros y a los grandes industriales y comerciantes del país, porque la falta de capacidad de compra de los trabajadores tiene efectos desastrosos en el bienestar de los mismos, afecta al mercado interno y genera tensiones sociales que pueden terminar en inconformidad e irritación social erosionadoras de las condiciones indispensables para la armonía intersectorial y la gobernabilidad. Pero esto no parecen entenderlo las autoridades federales.

Artículo anteriorReforma en la UAEM: ¿Es Un Momento Prudente para Impulsarla?
Artículo siguienteCayó Ochoa Reza; Meade Sigue como Tercer Lugar