*El comercio mayorista y medio mayorista padece la disminución de clientes
El encarecimiento de los productos generales y básicos está excluyendo del consumo a vastos sectores de la población mexiquense, lo cual se traducirá en el corto plazo en una más deficiente alimentación y nutrición.
“Nosotros estamos resintiendo la caída de las ventas. Y no es por voluntad de nuestros clientes, sino por falta de dinero de los consumidores finales”, explicó Raúl Alberto Romero Gómez, responsable de unos almacenes de abarrotes distribuidores al mayoreo y medio mayoreo.
De esta forma sintetizar lo que está pasando en el comercio mayorista y medio mayorista en de artículos de consumo general y alimentos básicos en suelo mexiquense, por la carestía y la insuficiencia de ingresos del cliente promedio para comprar todo lo que necesitan.
En seguida ilustró en forma clara lo que está pasando: “nuestro estacionamiento estaba lleno de vehículos hace unos meses. No había lugar para dejar las unidades y los clientes tenían que esperar para encontrar cupo, comentó.
“Ahora siempre hay cajones libres, porque quienes compran para sus pequeñas tiendas venden menos y no tienen necesidad de venir a reponer inventarios con la misma frecuencia de antes”, subrayó.
Aclaró que no venden al menudeo, pero que la disminución de las ventas al mayoreo y medio mayoreo refleja lo que está pasando en las pequeñas tiendas, a las que su empresa distribuidora les vende.
Romero Gómez se refirió en seguida al comp0rtamiento de los precios, con tendencia al alza desde hace unos 18 meses. “Todo está subiendo, y en forma acelerada, más de lo que reconocen las autoridades”, reiteró.
Con todo, los de mayor encarecimiento son los productos importados, pues la devaluación real del peso, no admitida oficialmente como tal por las autoridades se expresa con crudeza en los precios de las mercancías traídas del extranjero.
Desde hace dos años esto es una realidad. Y no puede ser de otra forma, pues las importaciones se pagan en dólares, y aunque los productos mantengan su precio en esa moneda, al venderse en pesos automáticamente se encarecen, detalló el comerciante.
Defendió su actividad de los señalamientos que les hacen los consumidores en el sentido de que están abusando de los clientes. “No es así; al contrario, los márgenes de ganancias se reducen si vendemos menos, y los precios los determinan los proveedores. Nosotros solamente los aplicamos, pero como somos los que tenemos el trato con los clientes, a nosotros nos culpan de la carestía, insistió.
Esta situación es más acentuada en el caso de los que venden al menudeo, porque a ellos culpan de elevar los precios, cuando se trata de niveles determinados por la cadena de distribución, que a su vez responde al comportamiento de precios determinados por fabricantes y proveedores, concluyó el maestro en administración de empresas.