
A nada bueno llegará la confrontación del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, y la candidata a senadora por Morena, Nestora Salgado. Desde los cubículos de los asesores del extitular de Hacienda, ubicados en Ciudad de México, no perciben lo que su estrategia puede ocasionar en la violentísima región de la Sierra Guerrerense, dominada por intereses criminales, los cuales pueden intentar llevar agua a sus molinos delictivos mediante atentados contra los acusadores de Nestora para que se culpe de ello a ésta; o contra la candidata, para que se responsabilice a sus adversarios. Están jugando con fuego, pero ellos no arriesgan la vida, porque no viven en Olinala, Guerrero. Alguien debe frenar esa peligrosa confrontación.