Iniciaba a escribir esta columna en la que había decidido analizar los diversos problemas en que se han metido “connotados” personajes en su afán por acaparar los reflectores, cuando de pronto se escuchó en la radio la popular canción del reconocido cantautor Alberto Aguilera (Juan Gabriel) ¿Pero qué necesidad?, cuyo estribillo engloba una gran sabiduría, al escuchar el verso interrogante, vinieron de inmediato a mi mente la gama interminable de personajes que no pudiendo sustraerse a la tentación de opinar de algo que ni debieran, se han metido en un lio gordo que ha trastocado su tranquilidad de manera importante.
Así paso con el intelectual Nicolás Alvarado cuando tuvo la impericia de publicar una columna en la que con lujo de desdén y elitismo tachó de “joto”, naco e iletrado al extinto Divo de Juárez. La polémica que desató le significó renunciar a la dirección general de TV UNAM, cargo que asumió a la luz de la controversia por no tener antecedente alguno dentro de la máxima casa de estudios. Alvarado señaló que “no era el momento para publicar ese texto porque el país lloraba y yo estaba con una carcajada socarrona”. Asimismo, aceptó que la molestia respondía a que Juan Gabriel forma parte de la educación sentimental de muchos mexicanos. Este craso error le procuro una andanada de vituperios y lesiono su economía al ser despedido.
También ocurrió con Alex Sintek cuando se expresó de mala manera sobre el género musical urbano “Reguetón”, el cual dijo es vulgar, pornográfico e incita a la violencia y a la vez lamento que otros artistas de renombre hayan incursionado en este género para mantener su vigencia. Remato diciendo que el reguetón le tenía hasta la madre, días después se disculparía vía twitter, pero el mal ya estaba hecho. ¿Qué necesidad había de opinar sobre una actividad que de suyo realiza y toca diversos temas, baste recordar su canción “Sexo, pudor y lágrimas” Sound track de la cinta homónima.
Recientemente, el error garrafal cometido por el periodista Ricardo Alemán, al retwitear una sugerente amenaza de muerte en contra del candidato de MORENA y de la coalición “Juntos Haremos Historia” Andrés Manuel López Obrador, dicha indiscreción le costó su salida de Televisa, el Canal 11 y “Milenio”, los “Madreadores” en las redes sociales se desbordaron pidiendo un castigo ejemplar para quien llamaron Pseudoperiodista chayotero que incitaba a la violencia, precisamente en estos tiempos de agitación y polarización social.
Algunos otros se han enganchado en esta dinámica poco productiva y muy autodestructiva como es el caso del Ex compositor y músico Venezolano Elihu Gil integrante de la agrupación “Zoe” quien hizo eco a la sugerencia de Ricardo Alemán, y expreso: “Más de uno deseamos que se aplique un Colosio al populista ese” en el twitter y el Facebook no le bajaron de musiquete ignorante y se pronunciaron por su expulsión del país.
¿Qué necesidad había de meterse en honduras al expresar algo que no se les compete y lo que es peor, nadie les pregunta? Qué razón tenía Juan Gabriel y que profunda filosofía encierran las letras de sus canciones, por hoy nada más cierto que lo que dijo el filósofo Xenocrates “Muchas veces me he arrepentido de haber hablado; pero nunca de haber guardado silencio” No hay duda, la frase aplica hoy más que nunca.