1-Todos los candidatos presidenciales deben andar bien protegido. Es una irresponsabilidad de ellos y de las autoridades no garantizarles plena seguridad en sus tareas de búsqueda del voto. Debe erradicarse todo riesgo de violencia en torno a los abanderados de las coaliciones y al independiente. En el país hay mucha violencia y, desafortunadamente, 112 precandidatos y candidatos a cargos de elección popular locales han sido ejecutados. En este tema no es útil eso de ‘quien nada debe nada teme’.
2-Siguen los medios informativos de cobertura nacional debiéndonos postdebates en los cuales participen analistas políticos dedicados a la academia, para que expongan sus puntos de vista sin sesgo. Lo que han hecho hasta ahora es poner a discutir a los representantes, voceros o dirigentes de los partidos y candidatos. Todos han visto ganar a sus abanderados presidenciales, sin importar quien estuvo mejor, y han aprovechado los foros para hacer vulgar propaganda electoral, que quieren hacer pasar como análisis. Es deseable que al menos la última confrontación, además de sus postdebates con sesgos, efectúen reuniones de expertos, que no tengan militancia partidistas, ni sean oportunistas con deseos de agarrar hueso en la próxima administración pública federal.
