
*Las ejecuciones no paran e incluyen a miembros de los cuerpos de seguridad.
Salamanca, Gto.- Al temor por la violencia desatada por grupos de criminales, la población de esta ciudad sumó la angustia por la posibilidad de un cierre de la refinería, anunciado hace poco por la dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con intervalo de pocos días en la periferia de la ciudad fueron masacradas 11 personas, presuntamente ligadas al robo de combustibles y ejecutados 6 desarmados policías de tránsito. Los cuerpos de algunos de las víctimas del primer caso fueron desmembrados y arrojados a una zona de cultivos de la delegación de Cerro Gordo.
Petróleos Mexicanos anunció el probable cierre temporal de la refinería, una de las más importantes de las seis que operan en el país. Adujo que requiere mantenimiento, y de llevarse a acabo, ocasionaría graves problemas a la población, la cual en forma directa o indirecta depende mucho de la derrama económica de la “empresa productiva del Estado”.
El anuncio sorprendió, porque no hace muchos años se anunció que Odebrecht, la empresa brasileña tristemente célebre por corromper autoridades, efectuó con sobreprecio la reconfiguración de la planta de refinación, por ello no debería necesitar mantenimiento de gran calado, como para paralizar toda la planta.
A finales del pasado mes fuerzas federales asumieron el control de seguridad de la refinería, presuntamente para combatir el robo de combustible que se estaba dando en grandes volúmenes en el interior de la empresa por funcionarios coludidos con la delincuencia organizada.
Esa sustracción de gasolina y diesel sería adicional al que efectúan los “huachicoleros” en los ductos, presumiblemente ligados a los confrontados bandos del “Cartel Jalisco Nueva Generación” y remanentes de los Zetas.
La mezcla de la inseguridad pública y violencia asesina y la probable suspensión de actividades de la refinería mantiene preocupada a la población, que dependen en gran medida de las actividades de la planta, la única que existe en la región del Bajío.