
Foto( Agencia MVT / Mario Vazquez de la Torre).
*Una fue en el año 2000, por el efecto Fox y otra, el año pasado.
El próximo domingo el PRI buscará recuperar su condición de primera fuerza electoral en el Estado, que sólo ha perdido en dos ocasiones en toda su historia: una frente al PAN y la otra, ante MORENA.
Desde su fundación en 1929 ha mantenido la gubernatura en su poder, pero el año pasado, como partido, sin aliados, perdió el primer lugar, desplazado por la organización fundada por Andrés Manuel López Obrador. Ganó, pero con el apoyo del PVEM y NA
Su numeralia en ese proceso electoral fue: un millón 805 mil votos para Alfredo del Mazo, lo cual representó una pérdida de más de un millón de votos en comparación con los obtenidos seis años antes por Eruviel Ávila Villegas, empujado por un gobernador Enrique Peña Nieto en el apogeo de su popularidad y enfilado hacía la candidatura presidencial.
Delfina Gómez, la candidata de MORENA logró más de un millón 870 mil, para llevar a su organización al primer lugar como fuerza partidista. Dos años antes no había superado los 660 mil sufragios.
La primera derrota del PRI en elecciones locales ocurrió en el año 2000, cuando el PAN, favorecido por el “efecto Fox”, alcanzó su más alta votación en el Estado: un millón 851 mil sufragios, en números redondos, equivalentes al 38 por ciento, mientras el PRI se ancló en un millón 607 mil (33 por ciento).
MORENA, partido que entonces no cumplía dos años de fundado, sólo pudo ganar la alcaldía de Texcoco y una curul de mayoría, para ahora estar en primer lugar, a pesar de esa escasa presencia en los espacios de poder institucional.
Hace tres años el PRI ganó 83 alcaldías, si bien fue derrotado en grandes municipios: Naucalpan, Nezahualcóyotl y Atizapán de Zaragoza, y logró un número de curules locales que hizo recordar sus mejores tiempos.
En este proceso electoral el partido que gobierna el Estado participará sin aliados, lo que no hacía desde 2009, lo cual compromete más su situación, a ello debe agregarse el casi seguro efecto en el proceso comicial local en suelo mexiquense de la candidatura presidencial de López Obrador, independientemente de si gana o pierde el tabasqueño.
En contrapartida, sus adversarios formaron dos coaliciones: el PAN se alió con el PRD y Nueva Alianza. El segundo está debilitado en el país, pero aquí logró el año pasado su segunda más alta votación de su historia en elecciones locales.
Ahora está por verse el impacto de las candidaturas presidenciales de Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade Kuribreña en las contiendas por las alcaldías y el Poder Legislativo mexiquenses.
En la elección de gobernador en 1999, cuando triunfó Arturo Montiel Rojas, el PAN se acercó mucho al PRI: obtuvo un millón 146 mil votos, por un millón 371 mil del priísta.