*El partido final del Mundial Rusia 2018 reivindicó la calidad, ausente en 2014 y 2010.
En un emotivo juego, memorable y que reivindicó la calidad de los partidos finales de esta competencia, Francia se coronó al vencer a Croacia por 4 goles a 2. Seis goles en una final no es frecuente, pero lo más del juego fue la entrega de todos los futbolistas y el derroche de energía, si regatear esfuerzos.

Incluso los errores en dos de los goles, uno por equipo, le dieron mayor emoción al encuentro: un extraordinario defensa croata anotó en su portería, y el arquero francés se dejó ganar un balón a dos metros de la línea de gol y con la angustia reflejada en el rostro vio como fue rodando y entró a la portería.
Pero también hubo goles de buena factura. En todos los anotadores pusieron enjundia, potencia y colocación. Sólo así podían vencer a los dos buenos porteros.
Klyian Mbappé, el joven sensación del mundial no brilló como en los juegos previos, pero anotó un gol y al final fue reconocido como el “Mejor juvenil del mundial”, mientras Luka Modrich, el extraordinario mediocampista del Real Madrid y compañero de Giovanni Dos Santos en el Totteham, fue distinguido como “Mejor jugador del mundial”.
Los dos juegos de finales anteriores decepcionaron. Alemania se coronó frente a Argentina en Brasil en 2014 en un partido aburrido, como lo fue el de Sudáfrica en 2010, cuando España ganó el título al vencer a Holanda.