Dados al sospechosismo, como somos los mexicanos, muchos sostienen que el aumento a casi 318 mil funcionarios públicos federales de nivel medio y superior, incluyendo al presidente Enrique Peña Nieto, otorgado 15 días antes de la jornada de votación en realidad fue para financiar la compra de votos para José Antonio Meade, porque una gran parte de esos ingresos adicionales para la burocracia dorada se les descontó como “aportación voluntaria a su partido”.
Es difícil saberlo, pero hay bases para pensarlo así, porque aunque Hacienda aclaró que era un incremento programado, lo cierto es que en la circular que se entregó a la oficiales mayores y funcionarios similares de toda la administración pública federal se les instruyó para que hicieran las adecuaciones presupuestarias para cubrir el alza de sueldos, lo que no habría sido necesario de haberse programado previamente: tendrían la partida presupuestal de los casos.
Además, ese aumento se traducirá en una mayor erogación cuando se finiquite al personal de confianza.
