Es un exceso comparar a Daniel Ortega con el dictador Anastacio Somoza, pero definitivamente sí es un traidor a las causas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que integraron diversas organizaciones guerrilleras para derrocar al dictador de entonces. También daña la imagen de la izquierda de América Latina, porque su caso es utilizado para desprestigiar esa ideología.
La verdad es que Daniel Ortega resultó ineficaz y corrupto y antidemocrático. Sería una ingenuidad creer que en las movilizaciones en su contra no participan los servicios de inteligencia de Estados Unidos, pero eso no quita el hecho de que Ortega está gobernando mal e hizo un gobierno de derecha.
Adoptó el neoliberalismo y se entregó la ultraderecha y al clero conservador, pero al final se volvió disfuncional a sus intereses y se le pusieron en contra. Y se se efectúan elecciones anticipadas, esos sectores ganarán.
