La empresa Seguritec, responsable de las fallas de la alerta sísmica en la Ciudad de México, es la misma que vendió al gobierno de Eruviel Ávila Villegas el sistema de cámaras de videovigilancia. Cobró más de ocho mil millones de pesos, y ni siquiera se sabe si instaló el total de los equipos y si están funcionando todos los instalados.
Se sabe que en ciudades mexiquenses, como Toluca, la capital, un gran número de las cámaras instaladas no operan cómo se planeo, en algunos casos el panorama urbano ha cambiado inutilizando los aparatos o reduciendo su funcionalidad, así ha pasado con las cámaras ubicadas en Av. Las Torres, que con las obras del Interurbano han quedado obstruidas, y lo mismo ha sucedido en otras partes del Estado con nuevas edificaciones, espectaculares y hasta por árboles que obstruyen a las cámaras.
Lo cierto es que los índices de inseguridad pública crecieron a pesar de que las autoridades mexiquenses en su momento dijeron que el elevado gasto se justificaba porque permitiría reducir el número de delitos y capturar a los delincuentes. Nada de eso ha ocurrido, como tampoco hay rendición de cuentas de la empresa.
