*El PRI perdió senadurías en tierras de Peña, Manlio y Osorio Chong.
El huracán electoral en que se convirtieron Andrés Manuel López Obrador y MORENA el primer domingo de este mes no tuvo límites. Arrasó en entidades federativas en las cuales poderosos personajes del PRI garantizaban la victoria de José Antonio Meade Kuribreña.
El tabasqueño triunfó en la elección presidencial e hizo posible la victoria de los candidatos a senadores de la coalición que encabezó su partido en entidades federativas tenidas por bastiones del priísmo, por los fuertes liderazgos o cacicazgos.
En el Estado de México, en donde nunca la izquierda había logrado un triunfo de mayoría en una elección a escala estatal, en esta ocasión su fórmula para el Senado de la República triunfó ampliamente.
La victoria de Delfina Gómez e Higinio Martínez tiene un significado especial, porque se trata de la tierra del presidente de la República, Enrique Peña Nieto y porque se sumó al triunfo de Morena y sus aliados en la Ciudad de México.
De esta forma, los candidatos de MORENA y sus coaligados representarán en la Cámara Alta del Congreso de la Unión a la mayor concentración poblacional del Continente, formada por la capital del país y los municipios mexiquenses conurbados con la misma.
Entre los liderazgos o cacicazgos priistas devastados en las urnas por López Obrador están igualmente los de Manlio Fabio Beltrones Rivera, en Sonora, en donde su hija Sylvana Beltrones fue derrotada, pero llegará al Senado por la vía de la primera minoría, lo cual era impensable todavía el 30 de junio pasado.
Lo mismo puede decirse del liderazgo que el exsecretario de Gobernación y exgobernador, Miguel Ángel Osorio Chong, tenía en Hidalgo. No se vio su ascendencia sobre los electores y su partido y sus candidatos presidencial y a senadores fueron derrotados.
Otro liderazgo o cacicazgo hecho pedazos fue el de Rubén Figueroa y René Juárez, en Guerrero, donde el PRI perdió en las urnas. Manuel Añorve Baños, un político rechazado por los guerrerenses fue aplastado en las urnas por la fórmula morenista integrada por Félix Salgado Macedonio, un personaje folclórico y Nestora Salgado. Esta última, en una situación inédita en las campañas electorales por la presidencia de la República, fue objeto de ataques por el candidato del PRI, José Antonio Meade, como si ambos fueran contendientes por una senaduría o se tratara de un escaño de una entidad federativa con el mayor padrón de votantes, como es el caso del Estado de México.
