
*Cayeron los precios por la proliferación de drogas sintéticas en Estados Unidos.
Acapulco, Gro.-La relativa mejoría proporcionada a los campesinos por la siembra y cosecha de amapola está llegando a su fin: la proliferación de una nueva generación de drogas de diseño entre los adictos estadounidenses tiene repercusiones graves en la economía de las familias dedicadas a esas actividades en la sierra guerrerense.
De acuerdo con informes de las autoridades federales y estatales de la materia, los campesinos constituyen el eslabón más débil de la cadena delictiva especializada en la producción de goma de opio, y ahora son los más perjudicados por la caída de la demanda y precios de la heroína.
La información destaca que aun en sus mejores épocas del cultivo y cosecha de la goma de opio, base para la elaboración de esa potente droga, los campesinos se mantuvieron en la pobreza, porque la mayoría laboraba como peones, con salarios de entre 100 y 150 pesos al día.
No se hacían ricos, pero tenían ingresos. Las ganancias eran para quienes organizaban el negocio ilícito en las comunidades serranas, especialmente en Tlacotepec, que es muy conocido, pero no es municipio, sino cabecera de Heliodoro Castillo.
Según las autoridades, el kilo de goma de opio llegó a venderse en 30 mil pesos; es decir, 240 mil pesos por hectárea, que produce ocho kilos en promedio. Las grandes beneficiadas fueron las organizaciones traficantes de la droga, pues obtenían hasta 4.5 millones de pesos y pagaban 240 mil.
El problema ahora es que la adicción de estadounidenses a drogas sintéticas, mucho más potentes que la heroína y muy baratas, como el “fentanilo”, ha desplomado el consumo del producto derivado de la amapola, y abatió los precios de la goma de opio en 70 por ciento, y la fantástica derrama económica procurada por la actividad ilícita se esfumó.
Esto se traduce en mayor pobreza, que nunca abandonaron los peones, pero ahora ni siquiera los bajos salarios por cultivar amapola y obtener la goma de opio reciben, y no saben de qué vivirán en el futuro.
Las autoridades federales de la materia tienen ubicado al estado de Guerrero como el principal productor de goma de opio, por arriba del llamado “triángulo dorado”, que integran Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Dentro del Estado es el municipio de Heliodoro Castillo donde se registra la mayor actividad de siembra de amapola y cosecha de goma de opio, como le dice a la acción de rayar el bulbo de la planta para obtener la materia prima que después se procesa en laboratorios para obtener la heroína, considerada una de las drogas más “duras” antes de la aparición de las de diseño o sintéticas, que por su gran potencia están ocasionado más de 60 mil muertos en los Estados Unidos, al año.
En la rayado del bulbo de la amapola participan familias completas, incluyendo mujeres y niños quienes, a pesar del auge del mercado de la heroína en Estados Unidos, siempre han sido pobres, y ahora lo serán más porque la actividad ilícita se desplomó.