1-Reprobable el silencio del canciller Luís Videgaray ante el fallido atentado con explosivos contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Como principal peón de la agresiva política de Estados Unidos contra gobiernos progresistas y nacionalistas de Latinoamérica, Videgaray contribuyó mucho a generar la polarización en el país sudamericano, pero oficialmente México tiene relaciones diplomáticas con Venezuela y no es partidario de los magnicidios como fórmula de solución a las crisis, por ello debió condenar de inmediato el atentado, y no lo hizo, como si en el fondo avalara esa acción asesina.
2-La mezquindad y amargura por el triunfo arrollador de Andrés Manuel López Obrador sigue aflorando en algunos segmentos de la política. Un grupo de intelectuales se reunieron para proponer la organización de un nuevo partido que impida la continuidad de MORENA en el poder después del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Nunca se preocuparon porque el PRI mantuviera la presidencia de la República desde 1929 a la fecha, con excepción de 12 años de gobierno del PAN, ni que éste gobernará dos sexenios, y ahora les duele la sola posibilidad de que el nuevo partido en el poder vuelva a ganar en 2024.
Si ese partido hace bien las cosas, seguramente los votantes le ratificarán su confianza dentro de seis años, y si arroja malos resultados, votará en contra, sin necesidad de que los mezquinos se lo pidan o se lo ordenen.
