*No buscaron respaldo de diputados contra privatización de pensiones.
Ni Herminio Cahue, dirigente de la burocracia mexiquense, ni Abraham Saraone, del magisterio estatal mostraron preocupación ante la propuesta de privatizar el sistema de pensiones de los servidores públicos que representan.
El dirigente del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM) mostró mayor angustia cuando perdió la elección de diputado local por Lerma y no sabía si su votación le daría derecho a una curul de primera minoría, que ahora que se estudió, discutió y aprobó la nueva ley, según criticaron miembros de su directiva.
Esa legislación se aprobó con 39 votos de la bancada del PRI y sus aliados, contra 19 del PAN, PRD y Morena. Faltaron más de 15 legisladores, a pesar de conocer la trascendencia de la iniciativa que iba a someterse a votación.
Víctor Manuel Bautista López, diputado local del PRD, informó que ningún dirigente sindical se acercó a las bancadas legislativas para expresar su preocupación por los efectos y alcance de la nueva legislación de seguridad social de los servidores públicos.
En cambio, un grupo de servidores públicos, incluyendo jubilados, se manifestaron frente y en la parte posterior del Palacio Legislativo para pedir que no se aprobara la norma, y una vez que se enteraron de que había recibido luz verde, anunciaron una nueva fase de lucha.
No obstante, los representantes de los casi 376 mil servidores públicos no movieron un dedo y no cuestionaron ante los representantes populares el contenido de la iniciativa finalmente aprobada en todos sus términos.
Entre los diputados que votaron a favor estuvieron algunos que perdieron en sus distritos las elecciones en que buscaban seguir tres años más en el cargo, o en los municipios que buscaban gobernar y fueron derrotados.
El trámite legislativo en el pleno de la representación popular mexiquense pasó por mayoría y sin un verdadero debate. Los representantes de las bancadas de los partidos de oposición criticaron los objetivos de la ley y anticiparon el voto en contra, mientras los del PRI defendieron la conveniencia de la nueva norma, pero no se enfrascaron en discusiones.