*Si no hubiera participado el equipo de AMLO, las cosas habrían sido peores con Videgaray al frente.
Si se parte de la creencia de que “es mejor algo que nada” y de que “de lo perdido lo que aparezca”, entonces fue positivo el acuerdo de México y EEUU logrado en la renegociación del TLCAN. Pero comparado con el vigente, en definitiva ha sido el gobierno mexicano quien cedió, no el norteamericano.
Donald Trump exigía más, pero ese “más” formaba parte de su estrategia de negociación y presiones, no se trataba de posturas inflexibles. Logró elevar del 62 al 75% el contenido regional de los vehículos que se exportan en Estados unidos e impuso la obligación de que la industria automotriz “mexicana” (en realidad las fabricas son de EEUU, Japón y Alemania) pague a sus trabajadores 16 dólares la hora, cuando el promedio actual es de 20 dólares, pero por jornada de 8 horas al día.
EEUU deseaba que el TLCAN, que además perderá esa denominación, tuviera una temporalidad de 5 años, no lo logró, ésta se extendió a 16; sin embargo, tendrá revisiones anuales después del sexto. El tratado vigente era indefinido.
En materia de controversias, en el capítulo agropecuario todo quedó sujeto a cuanto se acuerde con Canadá, y se logró que la cláusula de temporalidad se excluyera; Trump quería que México exportara productos del campo solo cuando los EEUU los necesitara.
En cuestión de inversiones, quedaron claros los casos en que se recurrirá a ese mecanismo, particularmente en expropiaciones.
México no logró ningún avance comparado con el TLCAN vigente, solo modero las exigencias desproporcionadas de Trump, pero además dejó la impresión de cumplir el papel de “esquirol” contra Canadá y sentó las bases para un acuerdo bilateral con EEUU. De todos modos, teniendo a Luís Videgaray como canciller, sin la observación de gente de AMLO las cosas pudieron ser peores para México.
Ahora ese acuerdo comercial deberá ser aprobado por los poderes legislativos de ambos países, y el de Canadá si acepta los términos que le proponga EEUU. En México no dará problemas, pero en el vecino país las cosas no están tan seguras, porque en principio el legislativo de allá había autorizado un trámite ‘fast track’ para un acuerdo trilateral, no uno bilateral.