1-En este espacio hemos comentado dos de los graves problemas para el próximo gobierno federal, representados por la deuda pública y las pensiones. Son retos descomunales, pero la población no los percibe en toda su gravedad y tampoco enfrentan resistencia o reciben siquiera la atención de los partidos políticos. En cambio, como el combate a la corrupción sí afectará poderosos intereses políticos y económicos; es decir, de quienes ahora serán oposición y de sus protegidos, los grandes círculos de la cúpula empresarial, estos se resisten desde ahora a la reducción de sueldos y privilegios y son activos en la defensa de sus intereses. La población en general debería aprenderles eso .
Muchos esperan de Andrés Manuel López Obrador que no sólo combata y erradique la corrupción en su gobierno, sino también se castigue la de este sexenio, que alcanzó niveles no vistos ni en los gobiernos de Miguel Alemán Valdés o Carlos Salinas de Gortari.
2-La diputación mexiquense de Morena debe ser cuidadosa en su política de reducción de gastos. Si va a reducir personal debe centrarse en el que es innecesario y prescindible sin que afecte el funcionamiento de la institución, pero sobre todo atender que no sea suplido con otra gente igualmente incompetente e innecesaria.
Aarón Urbina despidió a más de mil servidores públicos del Poder Legislativo, pero esas bajas, que en muchos casos atropellaron derechos laborales de personas próximas a jubilarse, no se tradujeron en una disminución importante del gasto de la institución porque fueron sustituidos de inmediato por gente de Tecámac y Ecatepec, con peores perfiles que los relevados y mejor pagados. Eso no debería ocurrir ahora.