Era previsible la revocación de la multa de 197 millones de pesos aplicada por el INE a MORENA por el tema del fideicomiso formado por cuadros de ese partido, para apoyar a damnificados. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que el Instituto causó agravios al citado partido, al no darle derecho de audiencia para que aclarara.
La multa fue interpretada desde el principio por la organización política afectada y especialistas en el tema, como mal fundada, con sospechas de haber tenido motivaciones políticas. Sobre todo, por la cercanía del consejero Ciro Murayama -involucrado en el tema- con el PRI.
El fideicomiso se creó con fondos privados, para fines privados, por lo que la autoridad electoral no tenía facultades para investigarlo, aunque el TEPJF no tocó este aspecto del expediente.
El INE actuó a petición del PRI, que sospechaba la utilización del fideicomiso para desviar fondos hacía la Campaña de Andrés Manuel López Obrador.
El organismo debió limitarse a revisar el tope de gastos de esa campaña y el origen de los fondos. Sin embargo y a pesar de que no encontró desvío de dinero del fideicomiso, fue más allá de lo que pedía el tricolor y de sus facultades legales multando a MORENA y al fideicomiso, sin darles siquiera derecho de audiencia .
Lo resuelto por el TEPJF robusteció la creencia de que se quería afectar al citado partido, vencedor en la elección presidencial; sobre todo, cuando Murayama quería aplicar la multa antes de la jornada de votación.