Canadá no ha aceptado las condiciones impuestas por Donald Trump para firmar el tratado trilateral TLCAN. Las negociaciones se dificultaron por la difusión de una declaración de Trump, hechas en confianza a un medio informativo, en la cual dijo que su vecino tendría que aceptar los términos que él impondría, y que esas imposiciones serían “tan insultantes que la contraparte no firmaría el acuerdo”.
México y Canadá permitieron que Estados Unidos pusiera en marcha exitosamente el viejo adagio de “divide y vencerás”. Fue un error negociar en forma bilateral un pacto comercial con la parte poderosa.
Sin embargo, no sorprende del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, teniendo a un canciller entreguista y afanoso en congraciarse con los estadounidenses, pero sí habría sorprendido de Canadá, que mantiene una postura firme frente al coloso.
Algunos analistas aseguran que Canadá “sí mantendrá una postura digna, sin importar las consecuencias” ante Trump. Lo cierto es que, según lo que se ha dado a conocer, porque es mucho lo que desconocemos todavía de los alcances y términos de la negociación bilateral México-EEUU, tal parece que México negocio con prisa, con personajes urgidos por ofrendarle a Trump algo de su agrado, pero ¿a cambio de qué?
