Ni con el “impulso” de las reformas estructurales la economía nacional pudo disfrutar de la bonanza en que se encuentra la economía mundial. Al final del sexenio de Enrique Peña Nieto la economía mexicana apenas alcanzará un crecimiento anual promedio de promedio de 2.1%, el menor desde la administración de Miguel de la Madrid, cuando se creció a un ritmo de 0.3%. Durante la administración de Salinas de Gortari la economía creció 3.9%. En el sexenio de Ernesto Zedillo registró un crecimiento de 3.3%, a pesar de un terrible inicio en materia económica que escaló a la crisis económica mundial denominada “efecto tequila”. Con Vicente Fox el crecimiento de la economía alcanzó una tasa de solo 2.2%. Finalmente, con Felipe Calderón la economía continúo estancada y creció también 2.2%. De todos estos presidentes, el más ambicioso fue Peña Nieto al asegurar que crecería a un ritmo superior al 5.0% con la aprobación de las reformas. No fue ni la mitad.