Los golpes sobre la mesa y las patadas debajo de la misma están a todo lo que da. Por una parte, el gobierno saliente de Pena Nieto se esmera en presumir los logros de su gobierno, principalmente las pomposamente llamadas “Reformas Estructurales”, que en honor a la verdad, sirvieron para maldita la cosa, y por otra parte, el nuevo gobierno desdiciendo e intentando poner orden para arreglar lo que aquellos descompusieron. Una parte medular de esta discusión ha sido la mal llamada Reforma Educativa, la cual nada tiene de reforma y mucho menos de educativa. Contiene entre sus principales premisas ser punitiva y atentar contra el magisterio para saldar viejas cuentas con su lidereza Elba Esther Gordillo, quien recientemente fue puesta en libertad por falta de pruebas y una mala integración de la averiguación previa.
En esta columna hemos puntualizado desde hace mucho que la dichosa reforma, estaba elaborada con las patas, y que no se tomaron en cuenta a todos los actores involucrados en el tema, ni mucho menos las distintas aristas que presenta el proceso educativo. Esteban Moctezuma, próximo secretario de Educación Pública ha manifestado reiteradamente que se tienen que corregir los errores que presenta la reforma educativa para privilegiar un dialogo que permita concitar y conciliar los intereses de todos los actores (Alumnos, Maestros, Padres de Familia, Académicos y sociedad civil), se ha pronunciado por revertir lo que trastoca sensiblemente a los mentores y eliminar los crasos errores que contienen los textos que edita la SEP.
Asimismo anuncia desde ahora la reestructuración de la Secretaría en sus partes más sensibles, con el fin de dar certidumbre a los padres de familia, de que sus hijos recibirán la mejor educación. El asunto de la ex lideresa del Magisterio es otro de los temas de la agenda, pero no representa mayor problema, pues el reclamo de la sociedad es que no se le vuelva a otorgar el poder que tuvo antaño y que le permitió materialmente arrodillar a los gobiernos de Fox y Calderón del PAN durante la Docena Trágica.
Otra de las signaturas pendientes es la de la “Reforma Energética”, que solo sirvió para dejar en agonía a PEMEX y a la CFE, entregar esta área estratégica y muy importante a los extranjeros y enriquecer a manos llenas a personajes del gobierno saliente, principalmente al líder petrolero Carlos Romero Dechamps, de quien se dice pudiera salir rumbo al exilio ante la inminente llegada de los morenistas, por malos manejos en ese sindicato y la presunción de delitos al amparo del poder.
En otro tenor pudiésemos tomar como ejemplo de la embestida mediática de los opositores al nuevo gobierno el caso de los Zepeda, uno del PAN y otro del PRD, quienes a imagen y semejanza del “anallin” advierten que se convertirán en la piedrita en el zapato para Andrés Manuel. Dicha embestida mediática y de facto para impedir que MORENA haga un buen gobierno. Argumentan por todos los medios que se convertirán en una oposición firme para evitar los posibles excesos del nuevo gobierno en el ejercicio del poder. Lo mismo ha señalado Claudia Ruiz Massieu desde su posición como presidenta nacional del PRI. Digo que como ejemplo, porque muchos de los llamados “chayoteros” han emprendido una campaña de desprestigio desde ya para tratar de salvaguardar sus feudos, algunos inclusive ya se han alineado y cambiado su discurso, en una clara muestra de que son mercenarios acomodaticios de la comunicación y la información que dañan flagrantemente la imagen del periodismo.
Como parte de esta campaña de desinformación y desprestigio debemos señalar también a los empresarios y políticos resentidos que no han podido compaginar sus intereses con las políticas del nuevo gobierno. Los jaloneos están a todo lo que da y en su punto más álgido y se prevé una reestructuración de los otrora partidos de mayorías, pero las tribus a su interior se arrancaran materialmente el pellejo para impedir que otro les coma el mandado. El culebrón apenas comienza, sentémonos a ver lo que ocurre porque promete ser más interesante que las ínfimas producciones de las televisoras nacionales.