Este lunes el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de nuevos aranceles a productos chinos, esta vez por 200 mil millones de dólares (mdd), escalando así su enfrentamiento con la segunda economía mundial.
Desde el inicio del aumento en los aranceles a las importaciones chinas, la nación asiática ha respondido aplicando medidas similares a los productos que los EEUU venden a China; sin embargo, ha medida que avanza esta guerra comercial es cada vez más claro que Beiijing no podrá seguirle el paso a la administración de Trump, pues simple y sencillamente se esta quedando ya sin productos a los cuales imponerles aranceles. Prueba de ellos es la respuesta emitida por el gobierno chino, anunciando nuevos aranceles a los productos norteamericanos, pero por un monto de casi una tercera parte de lo impuesto por Washington.

No obstante, China anunció que denunciará a los Estados Unidos ante la OMC, en espera de que el organismo por fin intervenga y detenga o sanciones las acciones del presidente Trump, algo que parece poco probable. En medio de este escenario económico, diversos analistas consideran que las medidas implementadas solo encarecerán una larga serie de productos en ambas naciones, cuyo costo será finalmente cubierto por los consumidores. También prevén un cambio en el modelo de negocios chinos con respecto al mercado americano, para darle la vuelta a los aranceles de Trump moviendo sus sitios de producción y ensamble, incluso a suelo norteamericano. Sin embargo, ninguna medida sería inmediata y el presidente Trump ya anunció estar preparado para aplicar nuevos aranceles, incluso a la totalidad de las importaciones provenientes de China.