*“Excelsior” e “Imagen Noticias” defienden inversiones de Vázquez Raña en NAICM.
Cuando allá por marzo de 2015 los Vázquez Aldir pagaron mil 808 millones de pesos por la concesión para una cadena nacional de televisión digital abierta los especialistas en el tema se mostraron sorprendidos por el alto monto cubierto.
El título de concesión valía mucho menos, y lo pagaron gustosos, incluso adelantaron la suma ofrecida en la subasta pública. Dinero les sobraba. El recurso no era problema, pero sí el sobreprecio que la corporación empresarial pagó.
La familia liderada por Olegario es propiedad del “Grupo Ángeles”, al cual pertenece el “Grupo Imagen Multimedia”, editor del diario “Excelsior”-que no ha podido recuperar siquiera parte del alto prestigio y credibilidad alcanzada en tiempos de Julio Scherer García- y administrador de la cadena “Imagen Noticias”.
Más de tres años después de ese pago anticipado por la concesión televisiva, la campaña que el diario y los noticieros del “Grupo Imagen” mantienen en favor de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) dio respuesta a la interrogante de para qué los dueños de “Grupo Ángeles” compraron al matutino y la cadena de Televisión abierta: la defensa de sus intereses económicos vinculados a contratos con el poder público.
Muchos de los columnistas de “Excelsior” y el conductor estrella de “Imagen Noticias”, Ciro Gómez Leyva están convertidos en persistentes y férreos defensores del megaproyecto del NAICM en el exvaso de Texcoco.
Tal vez estén convencidos de que es el mejor sitio para una terminal de aviones, pero el hecho de que el “Grupo Ángeles” tengan contratos de construcción en el NAICM por miles y miles de millones de pesos, deja dudas sobre la objetividad de esa defensa mediática de la obra en el oriente mexiquense, y convence a especialistas en medios informativos de que el diario y la cadena de televisión son utilizados para la defensa de los intereses económicos de los propietarios del conglomerado empresarial.
Los Vázquez Raña provienen de una familia comercializadora de muebles a pequeña escala. No tenían antecedentes de grandes constructores, y a pesar de ello, sus medios informativos les permitieron acercarse y obtener beneficios del poder público. Por eso pagaron un sobreprecio por el título de concesión, ahora queda muy claro.