1-Los intereses económicos involucrados en la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por conducto de sus medios informativos sostienen una ruda campaña para presionar al nuevo gobierno federal a seguir y terminar ese megaproyecto.
Recurren a todo tipo de recursos, incluyendo al de que asevera que la imagen de México en el mundo se verá erosionada si se cancela la monumental obra. La verdad es que ese riesgo no existe. A un inversionista mexicano no le importa que un país africano o asiático cancele un proyecto, por grande que sea. Así también, los grandes capitales foráneos no les preocupa si se construye o no el NAICM en Texcoco o en Santa Lucía.
La imagen de México en el mundo ha sido y es afectada por la inseguridad pública, la corrupción e impunidad y por escándalos como los de los 43 alumnos de la normal de Ayotzinapa, pero no por la cancelación del proyecto del tren rápido a Querétaro.
2-Muy grave es el índice de la impunidad en México. Lo más preocupante es que las mismas leyes son permisivas con los grandes delincuentes de “cuello blanco”, de lo cual son claros ejemplos los casos de Elba Esther Gordillo Morales, quien fuera poderosa cacique del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; Alejandro Gutiérrez, exsecretario general del CEN del PRI; y de Javier Duarte, exmandatario veracruzano.
Éste último caso es más ilustrador de la magnanimidad de las leyes para los delincuentes políticamente poderosos. El personaje está acusado de haber desviado más de 60 mil millones de pesos, de los cuales de 21 mil millones ni siquiera hay una idea de donde quedaron.
No obstante, con la entrega de propiedades inmuebles y una multa inferior a 60 mil pesos recibió una sentencia condenatoria de 9 años, que pueden reducirse a 4 años y medio, a los que se descontará en su momento el año y medio que lleva en prisión, por lo que en septiembre de 2021 quedará libre por este delito.