*La falta de contundencia de los delanteros es otra de las fallas de los jugadores.
“Si yo fuera entrenador de un equipo de fútbol de primera división pondría a los delanteros a ensayar por horas tiros a un marco de tres metros y desde una distancia de cuarenta metros, hasta que todos los disparos fueran directos a esa pequeña portería”, comentó a este semanario un viejo aficionado y seguidor del Toluca.
A los mediocampistas les exigiría la adquisición de toque de balón para dar pases con ventaja para los compañeros y a los integrantes de la defensa los castigaría cada vez que entregaran el balón a los rivales.

El conocedor a fondo de futbol, mucho mejor que los cronistas deportivos, expresó el mismo sentir de millones de aficionados que critican los grandes errores que cometen los futbolistas mexicanos profesionales, que no parecen serlo en muchas ocasiones durante los partidos, aun en su cancha.
Estas fallas se presentan en todos los equipos, pero en menor frecuencia en los considerados grandes. Y en los tenidos por grandes, pero que no justifican esa fama, porque están en la parte baja de la tabla de calificación.
Es increíble la frecuencia con que jugadores de equipos pequeños carecen de técnica para dar un pase correcto y terminan dándoselo directamente al adversario. No pierden la pelota porque el de enfrente con visión y eficacia se adelante y lo gane al receptor, sino porque reciben los regalos de los defensores.
En estos destaca especialmente el Necaxa, pero también lo hace el Guadalajara. Sus jugadores regalan muchos pases a los rivales, inclusive cerca de su portería, por lo que esos errores se convierten en goles en contra de la causa de quien se equivoca.
Los delanteros, abundó el seguidor de “Los Diablos”, fallan numerosas oportunidades de gol, lo que no se ve en los partidos de los grandes equipos de las mejores ligas europeas, donde pocas veces desperdician los pases en el área chica.
En México un delantero necesita 5 ó 6 oportunidades para anotar un gol, lo cual es imperdonable porque se trata de profesionales “o que al menos ganan como profesionales”. Por eso los partidos no son espectaculares.
Los entrenadores al parecer no se interesan por lograr que sus delanteros adquieran contundencia y eficacia, y que sus medios y defensas tengan visión de campo y visión de juego, pues la entrega de balones a los rivales es frecuente, como lo es la pérdida de oportunidades de anotar, por los futbolistas, concluyó.